
(AP)
Washington.- El gran desfile militar que el presidente Donald Trump había deseado durante años recorrió la Avenida Constitución el sábado con tanques, tropas y una salva de 21 cañonazos, en contraste con las protestas en todo el país por quienes califican al mandatario estadounidense como un dictador y aspirante a rey.

El presidente republicano, en su 79no cumpleaños, se sentó en una tribuna especial al sur de la Casa Blanca para observar la demostración del poderío militar estadounidense, que comenzó temprano y avanzó rápidamente mientras caía una lluvia ligera y nubes oscuras cubrían el Monumento a Washington. La procesión, con más de 6,000 soldados y 128 tanques del Ejército, fue algo que Trump intentó realizar en su primer mandato después de ver un evento similar en París en 2017, pero los planes nunca se concretaron hasta este año, cuando se agregó a un evento que reconoce el 250mo aniversario del Ejército.
En las alturas, el equipo de paracaidistas Golden Knights del Ejército apareció en el cielo nublado, descendiendo hacia la tribuna de revisión. El salto del equipo se había programado al final del desfile, pero los militares descendieron sobre el National Mall mucho antes de lo planeado, en medio de una lluvia ligera.
En Washington, manifestantes contra la guerra desplegaron pancartas que decían “Hogares, no drones” cerca de una exhibición de vehículos blindados, helicópteros y equipo de grado militar en el complejo de monumentos National Mall, montada para celebrar el aniversario del Ejército. Varios vendedores fuera del festival ofrecían artículos para conmemorar el hito militar. Otros vendían mercancía temática de Trump.
El desfile se agregó hace solo unas semanas a los planes de celebración del aniversario del Ejército, y ha generado críticas por su costo de hasta 45 millones de dólares y la posibilidad de que los pesados tanques puedan dañar las calles de la ciudad.