
Selene Mendoza
[San Luis Hoy]

La tala de árboles genera un impacto ambiental considerable porque el retiro de la flora disminuye la captación dióxido de carbono y a su vez afecta la biodiversidad y el clima. El daño es más severo en zonas industrializadas, ya que las plantas cumplen funciones clave como la retención de contaminantes atmosféricos y regulación de temperatura, opinó Andrea Candía Lomelí, Maestra en Ciudades Sostenibles por la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP).
La ampliación del bulevar Río Santiago, en su curso sobre el municipio de Soledad de Graciano Sánchez, ocasionó el retiro de 201 árboles, una situación alarmante pues la demarcación pertenece a la zona metropolitana de la capital donde se encuentra la Zona Industrial.
La especialista afirmó que se puede agravar el fenómeno de las islas de calor, afectar la calidad del aire y comprometer la salud respiratoria de la población local.
También, este arboricidio disminuye la infiltración de agua del subsuelo, además de generar un desequilibrio en el ecosistema, pues, propicia la migración de especies derivando en la llegada de plagas, explicó.
“La viabilidad de la propuesta de reponer los ejemplares desde el punto de vista legal, depende si se cuenta con una estrategia de manejo adecuada para asegurar la supervivencia de los árboles en el corto, mediano y largo plazo”, concluyó la académica.