
(El Universal)
Teuchitlán, Jal.- El sol cae a plomo en el rancho Izaguirre y mientras en el interior miembros del colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco observan los trabajos de prospección de las autoridades federales, María Luisa Rodríguez permanece afuera, al rayo del sol, con una playera blanca que lleva a foto de su hijo, Elías Sánchez, desaparecido en 2014; busca que alguna autoridad le permita entrar al predio a mirar.
Hace unos días vio la imagen de una prenda que piensa puede ser de Elías y quiere confirmarlo; aunque ha buscado en el sitio de internet en que la Fiscalía de Jalisco publicó el registro de lo que ha localizado en el rancho, sólo tiene acceso a internet a través de un teléfono que no le permite observar bien.
Llamó al número difundido por las autoridades estatales para obtener más información, pero nadie respondió; ahora espera con la paciencia que ha forjado en casi 11 años de búsqueda, parada sobre el polvo hirviente de Teuchitlán.
Al igual que María Luisa, 10 madres buscadoras de Colima han identificado prendas que creen pueden ser de sus hijos y quieren verlas, tener más información, pero la historia es similar: en el teléfono nadie responde.
Llegaron este domingo a Teuchitlán para participar en la jornada de oración y consuelo convocada por la parroquia local; el programa hablaba de una procesión por las calles del pueblo, una misa y otra caminata hacia el rancho para conjurar el mal que encierra y ofrecer una luz de esperanza a las víctimas.