(El Universal)
Cuernavaca, Mor.- El obispo emérito de Chilpancingo, Guerrero, Salvador Rangel Mendoza, anunció que no presentará ninguna denuncia contra las personas que tanto mal le han hecho. Al mismo tiempo pidió la comprensión de los medios de comunicación y respeten su decisión encaminada al bien de mi seguridad e integridad física y moral.
El jerarca católico comunicó su decisión a través de un mensaje en sus redes sociales, en el que expone que después de haber hecho oración, meditado profundamente y de haber consultado con sus seres queridos, tanto del clero como laicos y, en razón de que lamentablemente su vida, edad y su salud están en condiciones desfavorables, siguiendo los principios evangélicos de nuestro Señor Jesucristo, que perdonó a las personas que lo traicionaron, lo vendieron, lo juzgaron, lo torturaron y lo asesinaron, “con todo mi corazón perdono a todas las personas que me han hecho daño por los hechos de los que he sido víctima, así como a aquéllos que me han revictimizado producto de la desinformación”, expuso.
Agradeció a todas las autoridades, tanto legales como eclesiásticas, que colaboraron en el caso, y de manera especial al maestro Luis Gasca, su abogado.
“Agradezco a todas las personas que se han solidarizado conmigo. Mi especial gratitud a todos aquellos que hicieron oración por mi vida y por mi pronta recuperación”, dice el obispo en su mensaje.
El prelado fue reportado desaparecido el pasado 27 de abril en Morelos, en donde vivía desde su retiro, y se tuvo contacto con él la última vez.