
Leonel Mora
[San Luis Hoy]
Boleros de la Plaza de Armas de esta capital lamentaron que las lluvias más recientes han ahuyentado la clientela de sus puestos de trabajo, aunque esperan que ya para la semana por venir, el clima mejore y con él, también los ingresos.
“Las lluvias son buenas, pero no para el negocio”, dijeron algunos boleros que, desde hace años, si no es que décadas, hacen su labor en el primer cuadro de la ciudad.
En estos días, ellos han visto disminuir su clientela prácticamente a cero. Señalan que les pasa lo mismo que a los lavacoches: “Nadie quiere pagar por limpiar algo que se va a ensuciar de inmediato”. Esto, a pesar de que sus tarifas siguen siendo económicas, pues una boleada cuesta entre 20 y 30 pesos y la tarifa no ha aumentado desde hace tiempo.
Algunos boleros optaron estos días por “no abrir el changarro” y tomarse un descanso. Hay quienes son previsores y saben que la temporada de lluvias hace que el ingreso disminuya, por lo que tiene su “guardadito” para los días difíciles o se dedican a un segundo empleo, pero hay otro que, de la boleada, viven “al día”.
Señalaron que su principal clientela son los funcionarios que de lunes a viernes acuden a las oficinas de gobierno de los alrededores, incluyendo el Palacio de Gobierno del Estado y el Palacio Municipal, pero que, en esta semana de lluvias, ni siquiera esa clientela se hizo presente.
“Esperemos que ya, a partir del lunes, vuelva a salir el Sol y con eso se componga la situación. Hay que completar el ‘chivo’ de la semana”, dijeron, esperanzados, los boleros de la Plaza de Armas.