Flor Martínez
[San Luis Hoy]
De forma muy tenue, se lograron captar las auroras boreales a través de dispositivos móviles con fotografía de larga exposición en la localidad El Peyote perteneciente al municipio de Guadalcázar en la región Altiplano del esta-
do potosino.
Lo anterior de acuerdo a lo señalado por Francisco Martínez Nieto quién labora desde hace unos años en el Museo Laberinto de las Ciencias y las Artes y se dedica a la divulgación científica, además de considerarse aficionado de los temas relacionados a la astronomía, compartió a este diario impreso las fotografías que logró capturar desde
esta región.
El objetivo era buscar un lugar lo más despejado posible y con la menor contaminación lumínica, para ello se trasladó en compañía de otras dos personas hacia la altura del Aeropuerto, después hacia Villa Hidalgo y finalmente hasta El Peyote, donde fue posible conseguir las imágenes alrededor de las 2 de la mañana de este sábado.
“En ningún lugar se vio a simple vista, más bien nosotros utilizamos fotografía de larga exposición que es la que se utiliza en astronomía, para que veas detalles pequeños o ligeros de luz, en planetas, galaxias o nebulosas, y con el tiempo de exposición de 4 minutos se veía un resplandor rojo hacia el norte, ligero, pero se notaba.”
Explicó que las auroras parpadean, aumentan su luz y disminuyen, por lo que al momento de tomar las fotos en algunas no se percibía y en otras sí.
Dijo que desde hace alrededor de tres días, en el observatorio del Museo Laberinto, se percató de unas manchas en el sol, que se traduce en una alta actividad solar, ya que el sol tiene un ciclo de once años, donde llega a un pico de actividad máxima y el último fue en el 2012.
“Esas manchas son fenómenos magnéticos que ocurren en la superficie del sol y son evidencia de algo que ocurre en el interior de su actividad y de esas manchas salen eyecciones de energía del sol, no es como la luz del sol, son partículas más pesadas que a través del espacio, tardan más en llegar que la luz y cuando llegan a la tierra causan generalmente auroras boreales.”
Afirmó que este fenómeno no es un tema para alarmarse pues aunque el último ocurrió en 1859 y que se nombró como el evento Carrington y si espantó a mucha gente, expuso que “siempre se hace la alerta que en algún momento el sol pueda comportarse de manera que vuelva a experimentar este fenómeno y nos perjudique y puede ser todavía más grande y perjudicar el campo magnético de la tierra, pero lo de ayer está muy lejos de eso”, valoró.
Cabe señalar que este fenómeno se dio por la tormenta geomagnética que está impactando en nuestro planeta, generando auroras boreales en zonas tan insólitas como México, sitios en donde no son perceptibles estos fenómenos pero que lograron apreciarse en algunos de la República Mexicana.
Algunas zonas en las que se lograron captar, fue en Sonora, Zacatecas, Jalisco, Sinaloa, Baja California e incluso Yucatán donde los usuarios compartieron a través de redes sociales fotografías de este fenómeno astronómico.