CON pragmatismo y falta de memoria, la reforma va…
1994, año de la última reforma judicial en México, hasta hoy en la madrugada, cuando por 86 votos a favor y 41 en contra, el Senado aprobó la iniciativa presentada por el Presidente para la transformación del Poder Judicial en nuestro país. 1994 fue un año difícil, crisis económica con una devaluación del peso de más del 100 por ciento, crisis política con las muertes de Colosio y Ruiz Massieu, crisis social con levantamiento armado Zapatista en Chiapas, crisis bancaria que derivó en el Fobaproa y enésimo y último triunfo consecutivo del PRI en la Presidencia de la República…
EN ese entonces, el Presidente Ernesto Zedillo, cuatro días después haber asumido el cargo, el 5 de diciembre de 1994, presentó una reforma Constitucional en materia de justicia y seguridad. El partido en el poder, el PRI no contaba con la mayoría calificada en la Cámara de Diputados, al contar con sólo 300 de los 500 escaños, por lo que tuvo que negociar con la oposición, en ese tiempo el PAN contaba con 199 curules, el PRD 71 y el PT 10, sin embargo en el Senado el partido tricolor sí tenía cómoda y holgada mayoría al contar con 95 de los 128 senadores.
LA reforma de Zedillo que modificaba 27 de los 136 artículos de la constitución se aprobó en tiempo récord, en menos de un mes, el 31 de diciembre de aquel año se publicó el decreto que disminuía el número de ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, de 26 a 11 integrantes, la definición de un nuevo método para su designación, a propuesta del Ejecutivo y aprobado por el Senado, la duración de su periodo, de 15 años, así como la creación de un nuevo órgano de control, administración y vigilancia: el Consejo de la Judicatura Federal…
CASI 30 años después de aquella reforma, sin aparente crisis económica pero sí una grave crisis en seguridad pública, con Morena y sus aliados en el poder, afianzados por una victoria arrolladora en las urnas en las pasadas elecciones, con mayoría calificada en la Cámara de Diputados, ayer casi a la media noche, la bancada de la 4T en el Senado, con la ayuda del panista Miguel Ángel Yunez Márquez, aprobó el proyecto de transformación del Poder Judicial propuesto, como en 1994, por el Presidente, en esta ocasión AMLO…
ESTÁ bien o está mal la mentada reforma, sólo el tiempo lo dirá, peor de lo que actualmente está el Poder Judicial no podría estar, pero la vida nos da muchas sorpresas, pero lo acontecido en estos últimos días desnuda la cruda y triste realidad de la clase de políticos que tenemos hoy en día, donde el pragmatismo, la incongruencia, la sinrazón, la mentira, la simulación y la falta total de ética y moral permea…
UNA oposición, a la que ayer le dieron la puntilla, totalmente diluida por los liderazgos hambrientos de poder y cegados por el dinero, una oposición sin rumbo y sin norte, con argumentos débiles y posicionamientos tan bajo y corrientes como el de la Senadora del PAN, por el estado de Aguascalientes, María de Jesús “la Chuya” Díaz, pidió públicamente linchar a los senadores que aprueben la reforma”, dijo textual: “el guey que no vote en contra de la reforma al Poder Judicial merece ser linchado y que lo agarren a chingadazos”, una oposición cuya máxima oradora en el Pleno de ayer, la desastrada y estridente panista Lily Téllez, llamaba “bellaco” al presidente del Senado por no pronunciar bien su nombre, además de gritar como desaforada “secuestradores” a los senadores del oficialismo por la presunta desaparición del emecista Barreda…
POR otro lado, por el rumbo del bloque de la 4T en el Senado, recibir como héroe y arropar a padre e hijo, a los Migueles Ángel Yunes Linares y Márquez, senadores suplente y titular por el PAN respectivamente, quienes fueron los que le dieron la mayoría calificada al oficialismo para aprobar la reforma a pesar de que hace apenas un par de días, el titular, Yunes Márquez, públicamente se había pronunciado en contra…
LOS Yunes, son una polémica familia de políticos panistas de Veracruz, el patriarca, Yunes Linares, ha ostentado cargos en el gobierno federal y la gubernatura del estado, sus hijos, Miguel Ángel alcalde de Boca del Río y Fernando de Veracruz,todos señalados por actos de corrupción; en 2018, Yunes Linares, entonces gobernador, en un video, acusó a López Obrador de estar loco, ser un vividor de sistema, un corrupto, de haber recibido financiamiento del impresentable gobernador Javier Duarte, “un gordo que come todo el día y que no trabaja porque sólo se dedica a agarrar un micrófono y decir barbaridad y media”: Pero ayer todo se olvidó, los Yunes fueron purificados y sus pecados perdonados por obra y gracia de Obrador, después de comprometer a traicionar a su partido, a sus lectores, ser el senador 86 y votar a favor de la reforma electoral, ahora sí que el fin justifica los medios, que tristeza…Armando Acosta