(EFE)
Washington.- Las declaraciones del presidente Donald Trump, acerca de “limpiar” Gaza y reubicar a un millón y medio de palestinos en países como Jordania o Egipto ha generado una ola de indignación e incluso algunos consideran que se estaría perpetrando una “limpieza étnica”.
“Algo tiene que ocurrir, (Gaza) está literalmente demolida. Casi todo está destruido y la gente está muriendo, así que preferiría aliarme con algunas de las naciones árabes y construir alojamientos en un lugar diferente”, dijo Trump.
“Estamos hablando probablemente de un millón y medio de personas, y acabamos de limpiar todo eso”, agregó Trump, quien afirmó haber tratado el asunto con el rey jordano Abdalá II en una llamada telefónica.
Sin embargo, el ministro de Asuntos Exteriores de Jordania, Ayman al Safadi, esgrimió este domingo que su país sigue apostando por la solución de los dos Estados para resolver el conflicto israelo-palestino y que “su rechazo al desalojo (de los gazatíes)”, como pretende Trump, es “firme”.
El Ministerio de Exteriores egipcio también rechazó la propuesta en un comunicado en el que exigió “poner fin a la ocupación y devolver el territorio usurpado al pueblo palestino”.
Por su parte, el presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abás, subrayó que los palestinos no “abandonarán su tierra”.
“No permitiremos que se repitan las catástrofes (‘la Nakba’) de 1948 y 1967. Nuestro pueblo permanecerá firme y no abandonará su patria”, afirmó.