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OCHOPEE, Florida.- El presidente Donald Trump recorrió el martes un nuevo centro de detención de inmigrantes rodeado de pantanos llenos de caimanes en los Everglades de Florida y sugirió que podría ser un modelo para futuros proyectos en todo el país mientras su gobierno se apresura a expandir la infraestructura necesaria para aumentar las deportaciones.

Trump dijo que le gustaría ver instalaciones similares en “realmente, muchos estados” y planteó la posibilidad de deportar también a ciudadanos estadounidenses. Incluso respaldó la idea de que los soldados de la Guardia Nacional de Florida sirvan posiblemente como jueces de inmigración para asegurar que los migrantes sean expulsados del país aún más rápido.
“Pronto, esta instalación albergará a los migrantes más amenazantes, algunas de las personas más crueles del planeta”, dijo Trump sobre el sitio de Florida conocido como el “Alcatraz de los Caimanes”.
El presidente dijo que el apodo es “muy apropiado porque miré afuera y ese no es un lugar al que quiera ir de excursión pronto”.
“La única salida, realmente, es la deportación”, agregó Trump.
Cientos de manifestantes se concentraron afuera del sitio —una remota pista de aterrizaje con tiendas de campaña y remolques. Agitaron carteles pidiendo un trato humano a los migrantes, así como la protección de la extensa reserva que alberga a algunas tribus indígenas y muchas especies animales en peligro de extinción.
El gobierno federal considera la ubicación como una ventaja
La Casa Blanca se ha deleitado con la lejanía del área, ubicada a unos 80 kilómetros (50 millas) al oeste de Miami— y el hecho de que está rodeada de pitones y caimanes. Espera transmitir un mensaje a los detenidos y al resto del mundo de que las repercusiones serán graves si no se siguen las leyes de inmigración de Estados Unidos.
Antes de llegar, Trump incluso bromeó sobre los migrantes retenidos allí: “Les vamos a enseñar cómo huir de un caimán si escapan de la prisión”.