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Beirut, Líbano.- Walkie-talkies y equipos de energía solar explotaron en Beirut y en otras partes del Líbano el miércoles en una aparente segunda oleada de detonaciones de dispositivos electrónicos un día después de que los bíperes utilizados por Hezbollah explotaron, informaron la prensa estatal y miembros del grupo rebelde. Por lo menos 14 personas murieron y más de 450 resultaron heridas en la segunda oleada, lo que eleva a 32 las víctimas, informó el Ministerio de Salud.
El ministro de Defensa israelí, Yoav Galland, dijo durante una plática con soldados israelíes el miércoles que “estamos en el inicio de una nueva fase en la guerra requiere valentía, determinación y perseverancia”. No mencionó las explosiones, pero elogió el trabajo del ejército y las agencias de seguridad de Israel, señalando que “los resultados son muy impresionantes”.
En los ataques del miércoles, varias explosiones se escucharon en un funeral celebrado en Beirut para tres miembros de Hezbollah y un niño que fallecieron por las explosiones de bíperes en la víspera, de acuerdo con periodistas de The Associated Press que se encontraban en el lugar de los hechos. Un fotógrafo de la AP en la ciudad sureña de Sidon vio un automóvil y una tienda de teléfonos con daños luego de que dispositivos explotaron en su interior. Una niña resultó herida en el sur cuando el sistema de energía solar de una vivienda explotó.
Las nuevas explosiones impactaron un país que sigue confundido y molesto luego de las explosiones de bíperes del martes, que mataron a por lo menos 12 personas, incluidos dos niños, e hirieron a unas 2,800 más.
Aunque los bíperes eran utilizados por miembros de Hezbollah, no había una garantía de quién era la persona que tenía en su poder el dispositivo en el momento de la explosión. Además, la mayoría de las víctimas no eran combatientes de Hezbollah, sino miembros de los extensos operativos civiles del grupo que sirven principalmente a la comunidad chií del Líbano.
Por lo menos dos trabajadores de salud se encontraban entre los que perdieron la vida el martes. Médicos, enfermeros, paramédicos, trabajadores de organizaciones benéficas, profesores y administradores de oficina trabajan para organizaciones vinculadas con Hezbollah, y una cantidad desconocida de ellos tenían bíperes.