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Ciudad de México.- La presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, descartó el lunes cambios en las políticas de seguridad tras el asesinato de un alcalde en el violento estado de Michoacán que puso en tela de juicio las acciones de su gobierno para enfrentar a los grupos criminales que controlan vastas regiones del país.
Ante la conmoción generada por el ataque letal contra el político Carlos Manzo , alcalde de la ciudad occidental de Uruapan, Sheinbaum salió a defender sus políticas asegurando que ha logrado reducir los homicidios y acusó a sus adversarios de actuar como “buitres” y “carroñeros” por el asesinato del presidente municipal.
“Hay quien pide, como ocurrió con la guerra contra el narco, la militarización y la guerra. Eso no funcionó”, dijo la mandataria al descartar cambios en la estrategia de seguridad. Afirmó que se seguirá apostando al reforzamiento de la presencia de las fuerzas de seguridad en Michoacán y otros estados, fortaleciendo las labores de inteligencia e investigación y la atención a las causas que generan la violencia.
Manzo, de 40 años, murió la noche del sábado en un hospital de Uruapan tras recibir siete impactos de bala que le disparó un pistolero en una plaza de esa ciudad, en medio de decenas de personas que participaban en las celebraciones del Día de Muertos. En el lugar también fue asesinado el agresor.
Por su parte, el secretario de Seguridad federal, Omar García Harfuch, informó que el pistolero aprovechó la vulnerabilidad del evento público para dispararle a Manzo en siete ocasiones con un arma que, según investigaciones, está vinculada a dos enfrentamientos armados entre grupos delictivos rivales que operan en Michoacán.
En alusión a la propuesta que realizó la víspera el subsecretario de Estado de Estados Unidos, Christopher Landau, de una mayor cooperación en seguridad, la presidenta dijo que “México es un país libre y soberano” y agregó que “aceptamos ayuda en información, en inteligencia, pero la intervención no”.
