
(EFE)
Moscú, Rusia.- Rusia propuso este miércoles a Ucrania celebrar la segunda ronda de negociaciones sobre el arreglo del conflicto y un posible alto el fuego el próximo 2 de junio en Estambul, tras las duras críticas vertidas por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.

“Confiamos en que todos aquellos que están sinceramente interesados y no de palabra en el éxito del proceso de paz -que arrancó el pasado 16 de mayo en la ciudad turca- respalden la celebración de la nueva ronda de negociaciones directas ruso-ucranianas en Estambul”, dijo Serguéi Lavrov, ministro de Exteriores ruso, en una declaración.
De esta forma, Moscú descarta las opciones que se barajaron en los últimos días: el Vaticano, que contaba con el respaldo del papa León XIV, y Ginebra, donde se celebró en 2021 la última cumbre ruso-estadounidense.
“La parte rusa, como acordamos, ha preparado de manera operativa el correspondiente memorándum que expone nuestra postura sobre todos los aspectos para superar de manera fiable las causas originales de la crisis”, señala la declaración publicada en la página web de Exteriores.
Ucrania, que ya entregó su parte, según confirmó el emisario de EU., Keith Kellog, había criticado la tardanza de Rusia a la hora de preparar su memorándum.
Según las filtraciones a la prensa, las principales demandas rusas aludirían a la suspensión de armamento occidental a Kiev, que renunciaría al ingreso a la OTAN, además de otras peticiones relacionadas con el cese de la ampliación de la Alianza Atlántica haca las fronteras rusas, las sanciones económicas y la congelación de los activos rusos en el extranjero.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, subrayó este miércoles que está “muy decepcionado” con su homólogo ruso, Vladímir Putin, por los continuos ataques a Ucrania y puso un plazo de dos semanas para determinar si el jefe del Kremlin tiene una intención de alcanzar la paz.
“En unas dos semanas vamos a saber si nos está siguiendo la corriente o no, y si lo está, responderemos de forma un poco diferente”, recalcó el mandatario, quien se negó a especificar las medidas con las que castigaría a Rusia.