(EFE)
Tuxtla Gutiérrez, Chis.- Un grupo de madres buscadoras y de víctimas de feminicidio comenzaron este miércoles una huelga de hambre y plantón frente al Palacio de Gobierno de Chiapas, estado de la frontera sur de México, para exigir justicia al nuevo gobierno, en medio de una crisis de violencia vinculada al crimen.
“Esperemos que Eduardo Ramírez de verdad haga algo, porque aquí en Chiapas es un cementerio clandestino. Hemos visto las fosas que han encontrado los caninos, imágenes donde cómo los queman. Entonces, ya debemos de dejar de ser omisos ante la realidad”, expuso Adriana Gómez Martínez, madre de Jade, asesinada en 2020.
Acompañadas de activistas, las integrantes del colectivo ‘Madres en Resistencia’ se instalaron en las afueras de la sede del gobierno estatal, con mantas, pancartas y un ataúd que tapizaron con fotos de sus desaparecidos, donde pegaron cruces de color rosa y negras, y colgaron los zapatos de sus familiares.
Las madres, hijas, hermanas y esposas de víctimas de feminicidios y desapariciones llevan años demandando respuestas a las autoridades sin éxito.