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Un frágil alto al fuego, el telón de fondo
(EFE)
Jerusalén.- El inicio de la guerra en la Franja de Gaza cumplió este lunes 500 días con un frágil alto al fuego como telón de fondo, palpable a lo largo de la jornada: el Ejército abrió fuego contra vehículos en el enclave (a pesar de la tregua) y las familias de los cautivos en la Franja exigen su retorno al Gobierno, mientras uno de sus ministros más radicales pide volver a la guerra y ocupar su territorio.
“La situación es muy frágil, podría colapsar”, llegan a pronunciar durante dos conversaciones distintas con EFE los analistas políticos Michael Milshtein, israelí, y Mkhaimar Abu Sada, palestino.
El “colapso” al que se refieren sería el fin del acuerdo de alto el fuego cuando su primera fase concluya el 2 de marzo, 42 días después de su entrada en vigor. Israel y el grupo islamista Hamás deberían llevar negociando desde el 3 de febrero la transición a la segunda fase, que contempla el fin sostenible de las hostilidades en Gaza, pero las conversaciones permanecen paralizadas.
Mientras abordar la segunda fase de la tregua en Gaza quedaba en un condicional, el primer ministro israelí celebraba anoche en una conferencia en Jerusalén su compromiso con los planes del presidente de EU, Donald Trump, para Gaza, entre los que se encuentra fomentar el desplazamiento de los gazatíes a otros países.
Este mismo lunes, su ministro de Finanzas y un apoyo clave para que mantenga la coalición de gobierno, Bezalel Smotrich, le exigía que retome la guerra en marzo y, siguiendo los planes de Trump de desplazar a la población, ocupara también un 10 % de la Franja.
El futuro Gobierno de la Franja también permanece en un interrogante, a pesar de ser un elemento clave para que las negociaciones sobre el alto al fuego avancen, al ser el fin del mandato de Hamás en la Franja uno de los objetivos imprescindibles de Israel en la guerra.
Este lunes, medios israelíes difundieron que Hamás estaba dispuesto a ceder el poder a la ANP, que gobierna en sectores reducidos de Cisjordania, de Gaza, a pesar de las discrepancias históricas entre ambas autoridades.
“El día después de la guerra en Gaza no estarán allí ni Hamás ni la ANP”, dijo.