
(AP)
Jerusalén.- El primer ministro israelí Benjamin Netanyahu defendió el domingo una nueva ofensiva militar en Gaza que es más amplia de lo anunciado previamente, declarando en medio de una creciente condena tanto en casa como en el extranjero que Israel “no tiene otra opción que terminar el trabajo y completar la derrota de Hamás”.
Incluso cuando más israelíes expresan preocupación por la guerra de 22 meses, Netanyahu declaró que el gabinete de seguridad la semana pasada instruyó el desmantelamiento de los bastiones de Hamás no sólo en Ciudad Gaza, sino también en “campamentos centrales” y en Muwasi. Una fuente familiarizada con la operación, que habló bajo condición de anonimato porque no estaba autorizada a hablar con los medios, confirmó que Israel lo planea en ambas áreas.
Los campamentos abarrotados —que albergan a más de medio millón de personas desplazadas, según la ONU— no habían sido parte del anuncio de Israel el viernes sobre la ofensiva. No estaba claro por qué, si bien Netanyahu ha enfrentado críticas dentro de su coalición gobernante de que apuntar sólo a Ciudad Gaza no era suficiente. Netanyahu indicó que habrá “zonas seguras”, pero tales áreas designadas han sido bombardeadas en el pasado.
Tarde el domingo, se reportó un fuerte bombardeo en Ciudad Gaza. Poco antes de la medianoche, la cadena Al Jazeera publicó que el corresponsal Anas al-Sharif fue asesinado en un ataque.
La oficina de Netanyahu informó que había hablado con el presidente estadounidense Donald Trump sobre el plan y le agradeció por su “apoyo inquebrantable”.
Israel también quiere aumentar el número de sitios de distribución de ayuda en Gaza, sostuvo, pero en una sesión informativa posterior a los medios locales, afirmó: “No hay hambre. No había hambre. Había una escasez, y ciertamente no había una política de hambruna”.
EU defendió a Israel, diciendo que tiene el derecho de decidir qué es lo mejor para su seguridad. Llamó falsas a las acusaciones de genocidio en Gaza.