
(AP)
Jerusalén, Israel.- Los exjefes del ejército y de la inteligencia de Israel pidieron el fin de la guerra en Gaza, mientras el primer ministro Benjamín Netanyahu insinuó nuevas acciones militares en el devastado territorio.
La nueva presión sobre Netanyahu surgió cuando el Ministerio de Salud de Gaza informó que el número de muertos palestinos había superado los 61,000. Funcionarios de salud reportaron nuevos procesos de palestinos hambrientos que buscaban alimentos en puntos de distribución. A medida que la desesperación aumenta, el organismo de defensa israelí que coordina la ayuda anunció un acuerdo con comerciantes locales para mejorar el reparto de los suministros.
Entre los exfuncionarios de seguridad que se pronunciaron había antiguos responsables del servicio de seguridad interna Shin Bet, de la agencia de espionaje Mossad, del ejército y el ex primer ministro Ehud Barak. En un video publicado en redes sociales esta semana, denunciaron que los miembros de ultraderecha del gobierno tienen al país “como rehén” al prolongar el conflicto.
Yoram Cohen, exresponsable del Shin Bet, calificó los objetivos de Netanyahu de “fantasía”.
“Si alguien imagina que podemos llegar a cada terrorista, a cada escondite ya cada arma y, al mismo tiempo, traer a nuestros rehenes a casa, creo que es imposible”, expresó.
Netanyahu convocó a su gabinete de seguridad para dar instrucciones al ejército en la próxima etapa de la guerra, insinuando que una acción militar aún más dura era una opción. Sin embargo, la reunión concluyó horas después sin ningún anuncio sobre los aviones de Israel.
Según la prensa israelí, hay desacuerdos entre Netanyahu y el jefe del ejército, el teniente general Eyal Zamir, sobre cómo proceder.