
Apagón tecnológico acompañará las deliberaciones secretas
(AP)

Ciudad del Vaticano.- Los trabajadores del Vaticano instalaron en la Capilla Sixtina la sencilla estufa donde se quemarán las papeletas durante la elección del nuevo papa y comenzaron a tomar medidas para impedir cualquier interferencia electrónica con sus deliberaciones, mientras en el exterior continuaban las intrigas para determinar qué cardenales tienen opciones.
La Santa Sede distribuyó el sábado un video con los preparativos para el cónclave que comenzará el 7 de mayo, que incluyeron la instalación de la estufa y de un falso suelo en la Capilla Sixtina, conocida por los frescos que la decoran, para nivelarla.
El ingeniero a cargo de las obras, Silvio Screpanti, dijo que los trabajadores también estaban desactivando todos los sensores electrónicos que se han instalado en la Capilla Sixtina en los últimos años para ayudar a proteger sus valiosos frescos. Este trabajo es parte del apagón tecnológico que acompaña a un cónclave para prevenir el espionaje de las deliberaciones secretas y asegurar que los cardenales no tengan contacto con el mundo exterior.
¿Qué ocurre en
el cónclave?
El Vaticano dijo que se pedirá a todos los cardenales que lleguen a la residencia principal del Vaticano, el hotel Domus Santa Marta, o a una residencia adyacente entre la noche del martes y la mañana del miércoles para comenzar su aislamiento. Deben estar en su lugar antes de la misa del miércoles por la mañana en la Basílica de San Pedro oficiada por el decano del Colegio Cardenalicio, el cardenal Giovanni Battista Re. Por la tarde, después del almuerzo, procesionarán a la Capilla Sixtina, escucharán una meditación y prestarán juramento antes de la primera votación.
Si ningún candidato alcanza la mayoría necesaria de dos tercios, u 89 votos, en esa primera votación, las papeletas se quemarán y el humo negro indicará que no hay relevo para Francisco.
Los prelados regresarán a su residencia en el Vaticano por la noche y volverán a la Capilla Sixtina el jueves por la mañana para votar en dos ocasiones por la mañana y otras dos en la tarde, hasta que se encuentre un ganador.
El cardenal Jean-Paul Vesco, arzobispo de Argel, Argelia, dijo que los cardenales sentían la presión de encontrar un nuevo papa, pero no estaban listos.
“Por supuesto que no nos sentimos listos”, expresó Vesco al llegar a las reuniones a puerta cerrada del sábado. “Porque tenemos que descubrir al que Dios ya ha elegido. Necesitamos mucho más tiempo de oración juntos”, dijo el cardenal argelino.