(AP)
Ciudad de México.- El ex jefe de la agencia migratoria mexicana, Francisco Garduño, procesado por ejercicio ilícito del servicio público y omisión de obligaciones en el incendio de un centro de detención migratoria en 2023 en el que murieron 40 personas y una treintena resultaron heridas, pidió este viernes disculpas “por el sufrimiento y daño causado” a quienes ese día les marcó la vida.
Reconoció que hubo “violaciones a derechos humanos que jamás debieron suceder” y que fueron por “omisiones del personal del Instituto” Nacional de Migración (INM), la agencia a la que él se dirigió hasta el pasado mes de abril. También instó a que “los culpables no quedan impunes y que los daños causados por el delito se reparan”, pero sin reconocer responsabilidad alguna a título personal.
El acto fue parte de lo que le exigió un juez en enero, cuando suspendió temporalmente su proceso y le dio un plazo de un año y medio para que el juicio pudiera cerrarse definitivamente si Garduño realizaba una serie de acciones. En paralelo, varios de sus subordinados están procesados por homicidio y lesiones.
“Necesitamos responsables concretos”, clamó la salvadoreña Claudia Araceli Varela, familiar de uno de los fallecidos tras exigir que “los criminales no sean perdonados” y lamentar que esta fuera una disculpa “obligada… no de usted… que teniendo en su mano el poder y la valentía de decir abran la puerta no lo hizo”.
Los abogados de las víctimas temen que la suspensión temporal del juicio del exfuncionario pueda ser la antesala de la impunidad y exigen que el juicio siga sin beneficios procesales que consideran “injustificados”.
En el acto simbólico estuvieron presentes, entre otros, funcionarios del INM y la cancillería. Hubo exigencias, lágrimas, recuerdos de sueños rotos y denuncias de la indiferencia de las autoridades mexicanas hacia los migrantes.
Al final del evento, una mujer guatemalteca se acercó a hablar con Garduño pero no la dejaron. El exfuncionario solo la miró.