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Lima, Perú.- Alberto Fujimori, el expresidente peruano que gobernó 10 años con mano dura, señalamientos de corrupción y abusos graves a los derechos humanos que lo llevaron a ser enjuiciado y a prisión, murió el miércoles de cáncer en Lima, informó su hija, la política Keiko Fujimori. Tenía 86 años de edad.
“Después de una larga batalla contra el cáncer, nuestro padre, Alberto Fujimori acaba de partir al encuentro del Señor. Pedimos a quienes lo apreciaron nos acompañen con una oración por el eterno descanso de su alma”, publicó en un mensaje en X, antes Twitter que terminaba con un “gracias por tanto papá” y los nombres de los cuatro hijos a modo de firma.
La última vez que se le vio de forma pública fue el 4 de septiembre saliendo en silla de ruedas de un hospital privado. Había alegado recurrentemente que le permitieran salir de prisión por su deteriorado estado de salud.
El primer hijo de japoneses en llegar a ser jefe de Estado de otro país en el mundo por voluntad popular fue elegido tres veces como presidente de Perú desde 1990 a 2000. Nacido en Lima en 1938, pasó sus últimos meses de vida en libertad al beneficiarse de un indulto humanitario que permitió su excarcelación en diciembre de 2023 tras pasar 15 años en prisión con cargos por asesinato.
Durante sus mandatos —el último de ellos de menos de un año— aplicó duras medida de ajuste económico, pero mantuvo altos niveles de popularidad. Sin embargo, en el año 2000, tras fuertes cuestionamientos internacionales por abusos a los derechos humanos, huyó a Japón y renunció por fax.
Después, el exmandatario fue condenado a 25 años de prisión, en 2009, con cargos por asesinato que lo señalaban como responsable de la creación y financiación en su gobierno de un escuadrón militar clandestino que mató al menos a 25 personas —entre universitarios y vecinos de un barrio de la capital, incluido un niño— a quienes consideraron exguerrilleros de Sendero Luminoso.
Alberto Fujimori debía salir libre en 2032 a los 95 años, pero el expresidente Pedro Pablo Kuczynski (2016-2018) le concedió pocas horas antes de la Navidad de 2017 un indulto humanitario ante su debilitada salud.
Transparencia Internacional calculó en 2004 que en su gobierno se malversaron 600 millones de dólares y lo colocó entre los diez presidentes más corruptos del mundo.