(EFE)
Jerusalén.- El Ejército israelí continúa su ofensiva en Rafah, sur de Gaza, horas después de que su principal portavoz, el contralmirante Daniel Hagari, asegurase que erradicar al grupo islamista palestino Hamás del enclave no es algo factible, lo que ha crispado al primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, que esta noche afronta protestas antigubernamentales frente a su residencia en Jerusalén.
En dos entrevistas con medios locales, Hagari dijo que Hamás no desaparecería “antes de crear una alternativa” a su gobierno, sumándose así a la crítica lanzada ya en mayo por el ministro de Defensa, Yoav Gallant, que exigió a Netanyahu un plan de posguerra.
“Decirle al público que no habrá terrorismo en Gaza (…) que no quedará un hombre armado es mentira. Habrá terrorismo en Gaza. Hamás es una idea. Para reemplazar a quienes lidian con los servicios civiles, a las personas que distribuyen alimentos o roban alimentos, se necesita crear algo que pueda crecer. Es una decisión para el liderazgo político”, dijo Hagari.
Mientras continúan los combates. Fuentes palestinas informaron de la muerte de al menos 35 personas, lo que aumentó la cifra de fallecidos a más de 37.430, tras una noche de ataques en el campamento de refugiados de Nuseirat y contra un grupo de personas en Deir al Balah, ambas zonas centrales del enclave.