(El Universal)
Ciudad de México.- “Ya podemos vivir en santa paz”, dijeron vecinos de la colonia Juárez, en la alcaldía Cuauhtémoc, después de que personal del Instituto Nacional de Migración (INM), acompañado de la Guardia Nacional, desalojó la noche del miércoles el campamento de migrantes ubicado en la Plaza Giordano Bruno.
Los extranjeros se mantenían concentrados en esa zona, mientras esperaban realizar trámites en las oficinas de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar), lo que generó conflictos con los vecinos de la colonia Juárez, quienes pedían su reubicación.
“Fue un operativo muy silencioso. Vimos llegar varios camiones con granaderos y militares quienes subieron a los migrantes a los autobuses, y después empezaron a limpiar”, comentó Raúl Castañeda.
Olga Ortega es la tercera generación que se encarga del restaurante La Casona: “Estamos muy contentos, nos costó mucho trabajo, lamentablemente tuvimos que cerrar las calles. Fue un caos terrible lo que hicimos, pero la única forma para que nos voltearan a ver”.
Tras el desalojo, la Plaza Giordano Bruno y sus calles aledañas están liberadas, los comercios reabrieron y cada esquina de la colonia Juárez cuenta con un oficial de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC).
De los 432 migrantes que, de acuerdo con conteos de las autoridades capitalinas, ocupaban la Plaza Giordano Bruno y calles aledañas, 92 fueron trasladados a oficinas del INM en Cuernavaca y Toluca; seis al Centro de Atención e Integración Social (CAIS) Vasco de Quiroga, en Tepito, y más de 300 se dispersaron a otros puntos de la capital, indicaron el secretario de Gobierno, Ricardo Ruiz, y el titular de Sibiso, Juan Gerardo López.