
[El Universal]
Ciudad de México.- Tras la entrega masiva de 26 reos de diferentes centros penitenciarios del país a Estados Unidos, que se realizó el martes bajo un fuerte dispositivo de seguridad, el titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), Omar García Harfuch, dijo que estos delincuentes continuaban dirigiendo desde las cárceles actividades ilícitas mediante visitas, que no pueden prohibirse por respeto a sus derechos humanos.
En conferencia de prensa el funcionario señaló que estas interacciones eran aprovechadas para mantener operaciones criminales, amenazar a funcionarios y extender redes de corrupción e intimidación, lo que representaba un riesgo inaceptable para la seguridad.
Entre los transferidos se encuentran: Servando Gómez, “La Tuta”, líder de Los Caballeros Templarios; Abigael González Valencia, “El Cuini”, uno de los principales operadores del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y cuñado del líder Nemesio Oseguera Cervantes, “El Mencho”; Roberto Salazar, acusado de participar en el asesinato en 2008 de un alguacil adjunto del condado de Los Ángeles, California, entre otros.
En su intervención, Alejandro Gertz Manero, fiscal general de la República, expresó que no hubo extradición y que están aplicando la Ley de Seguridad Nacional en su artículo quinto al igual que en febrero de este año, cuando fueron entregadas a Estados Unidos 29 individuos privados de su libertad, entre ellos Rafael Caro Quintero, conocido como “El Narco de Narcos”.
“Se envían a Estados Unidos porque tienen un procedimiento abierto… El beneficio de los traslados es directamente para las víctimas mexicanas de estos hombres, ya sea de extorsión, homicidio, donde muchas veces, lamentablemente, desde prisiones siguen operando. ¿Cuál es el beneficio para nuestro país? Que ya no lo hagan. Al sacarlos de nuestro país no van a seguir operando en contra de la sociedad mexicana”, subrayó García Harfuch.
Detalló que estos individuos privaron de la vida a personas inocentes, ordenaron o participaron en ataques contra autoridades, contribuyeron a la producción y distribución de millones de dosis de droga y con sus operaciones ilícitas generan violencia y temor en comunidades enteras por muchos años.