(EFE)
Saná, Yemen.- Al menos 33 personas ha muerto en las últimas horas por el derrumbe de una presa en la provincia montañosa de Al Mahweet, en el norte del Yemen, como consecuencia de las fuertes lluvias y las consiguientes inundaciones que están arrasando varias partes del país árabe, informaron las autoridades locales.
Las fuertes lluvias también han provocado la destrucción de 28 viviendas en el distrito de Malhan y severos daños a otras 200, dijo el secretario general del Consejo Municipal de Al Mahweet, Ali al Zikam, a la agencia de noticias yemení, Saba, controlada por los rebeldes hutíes.
El funcionario confirmó que las autoridades locales en cooperación con la defensa civil “están haciendo esfuerzos incansables para buscar a los desaparecidos en el distrito de Malhan”, en donde las lluvias provocaron desprendimientos de rocas en zonas residenciales.
“Se están realizando trabajos para abrir carreteras y llegar a los lugares afectados por los desprendimientos”, explicó en declaraciones a Saba.
Residentes en Al Mahweet informaron a EFE que los deslizamientos de tierra “han bloqueado varias carreteras de montaña en la provincia”, lo que empeora el acceso a las zonas afectadas, mientras las lluvias persisten.
Según medios yemeníes, al menos 98 personas perdieron la vida por las inundaciones de las últimas semanas en todo el país, que causaron también la destrucción total o parcial de decenas de viviendas, escuelas e instalaciones sanitarias.
Naciones Unidas cifra en más de 38.000 las familias afectadas por las inclemencias meteorológicas en el Yemen en agosto.
Por otro lado, la Organización Internacional de Migraciones (OIM), señaló que la reciente oleada del brote de cólera en el país se ha visto exacerbada por las lluvias torrenciales y las inundaciones, en donde los expertos sanitarios prevén que “el número de casos podría alcanzar los 255.000 en septiembre de 2024”.
Entre 2016 y 2022, el país de la península Arábiga se enfrentó al mayor brote de cólera de su historia reciente, que ha dejado más de 2,5 millones de casos sospechosos y 4.000 muertes, en medio del conflicto bélico que asola el país desde 2014.