[EFE]
Damasco.- Aferrados a banderas de la nueva Siria y entre gritos de “Dios es grande”, decenas de miles de personas inundaron este lunes las inmediaciones de la plaza de los Omeyas en Damasco para conmemorar el primer aniversario del derrocamiento del régimen de Bashar al Asad tras medio siglo en el poder.
Mareas enteras de ciudadanos salieron a las calles de la ciudad entre gritos de júbilo, el sonido de los petardos y la explosión de fuegos artificiales, mientras sus carreteras quedaban colapsadas por las innumerables caravanas de vehículos con bengalas y banderas al viento.
“Este es el día de la libertad, nos deshicimos del régimen de Al Asad, también nos libramos de los asesinatos de personas. Todo ello ocurrió gracias a la oposición siria”, comenta a EFE la joven Nour.
Más de seis millones de sirios tuvieron que abandonar el país durante la guerra y otros siete se vieron desplazados internamente, aunque muchos de ellos han ido regresando en el último año.
Las nuevas autoridades organizaron este lunes todo tipo de actividades para marcar el aniversario del final de un “capítulo oscuro en la historia de Siria”, tal y como lo describió Al Sharaa durante un discurso a la nación, emitido en pantallas gigantes en la plaza de los Omeyas.
Pero lo más gordo llegó al caer el sol, cuando las calles de la capital se llenaron con ríos humanos que se dirigían a la zona de la plaza, mientras los fuegos artificiales iluminaban el cielo, algunos de ellos lanzados por parapentistas motorizados sobrevolando las multitudes.
Los participantes en esta celebración central llegaron de todas partes del país, como Marwa Khatef Heman, que viajó un día entero por carretera desde Deir al Zur para poder festejar junto a decenas de miles de sus compatriotas. “Este es el día de la liberación, este es nuestro día, estamos muy contentos (…) Vimos de todo, vimos cohetes, vimos bombas y por eso estamos celebrando”, concluye la mujer.
