
Lo mismo hizo Vicente Carrillo, extraditado el jueves
(AP)

Nueva York.- Después de años de ser uno de los hombres más buscados por las autoridades de Estados Unidos, el narcotraficante mexicano Rafael Caro Quintero fue llevado el viernes a un tribunal de Nueva York para responder a diversos cargos, entre ellos orquestar el asesinato del agente de la DEA Enrique “Kiki” Camarena en 1985.
La Casa Blanca describió a Caro Quintero como “uno de los capos de cárteles más malvados del mundo” en un comunicado emitido antes de su comparecencia, en la que más de 100 agentes de la Administración de Control y Drogas (DEA) y otros agentes federales llenaron una gran sala de tribunal.
Vestido con un traje naranja de prisión, Caro Quintero habló poco durante la breve comparecencia mientras su abogado presentó una declaración de inocencia en su nombre.
El líder de otro cártel, Vicente Carrillo Fuentes, de 62 años de edad, también se declaró inocente mediante un abogado. Está acusado de organizar secuestros y asesinatos en México, pero no se le imputa la muerte de Camarena.
Los fiscales señalaron que Caro Quintero culpó a Camarena de una redada en una enorme plantación de mariguana e hizo que el agente fuera secuestrado, torturado y asesinado como venganza.
“Durante 14,631 días nos aferramos a la esperanza, la esperanza de que este momento llegara. La esperanza de que viviríamos para ver que se haga justicia. Y ahora, esa esperanza finalmente se ha convertido en realidad”, declaró la familia en un comunicado.
Carrillo Fuentes es el hermano del narcotraficante Amado Carrillo Fuentes, conocido como “El Señor de los Cielos”, quien murió en una cirugía plástica fallida en 1997. Carrillo Fuentes, conocido como “El Virrey”, continuó el negocio de su hermano de contrabando de drogas a través de la frontera hasta su arresto en 2014.