(El Universal)
Apatzingán, Mich.- La ruta productiva y de comercialización en la Tierra Caliente de Michoacán es custodiada con operativos permanentes del Ejército Mexicano y la Guardia Nacional, en el marco del Plan Michoacán para la Paz y la Justicia.
El despliegue es en los campos agrícolas, donde el Cártel Michoacán Nueva Generación sembró artefactos explosivos improvisados.
La ofensiva de ese bloque criminal —conformado por el Cártel Jalisco Nueva Generación, Los Viagras y Los Blancos de Troya— provocó, en los últimos dos años, la muerte de jornaleros, productores, empacadores y elementos de fuerzas federales.
También llegó a poner de cabeza y en picada la cadena productiva y económica del limón.
Desde las autopistas, carreteras estatales y caminos se percibe la presencia de una parte de los 10 mil 600 elementos de Defensa y de GN, que desplegó el gobierno federal.
El Universal realizó un recorrido por la región y tuvo acceso a las huertas, a los empaques y a la 43 Zona Militar en Apatzingán, para conocer la situación que se vive en la llamada Ruta del Limón.
Para cumplir con su responsabilidad, el subteniente de infantería, Mario Castañeda se prepara antes de las 5:00 de la mañana, pues tiene que estar cambiado y equipado para esperar que su pelotón se aliste.
Explica que dentro de sus labores está realizar patrullajes, principalmente en áreas conflictivas, y hacer recorridos de reconocimiento. Al frente del convoy militar y de GN va un camión blindado conocido como Ocelot; lleva en la torre un tirador especializado y certificado, y una estructura para montar una ametralladora.
El operativo atraviesa las calles de Apatzingán y toma un rumbo hacia la zona rural. Los efectivos se internan en las huertas, donde los jornaleros ya se dicen familiarizados con su presencia.
El acceso a los empaques y el despliegue al interior de estos tiene la autorización de los citricultores, a quienes les proporcionan hasta tres elementos de GN.
