Flor Martínez
[San Luis Hoy]
Como cada año, el 15 de mayo se celebra el día de San Isidro Labrador, patrono y protector de las cosechas, a quien agricultores de diversos ejidos de Soledad de Graciano Sánchez piden la bendición del agua.
Álvaro Gaytán, del ejido Soledad acostumbra realizar un rosario en honor a San Isidro, además de pasear la imagen por sus sembradíos, con la fe puesta en que les ayude a traer las lluvias.
“San Isidro Labrador, pon la lluvia y quita el sol” es la frase que repiten las familias al recorrer sus parcelas, como una especie de peregrinación de su santo patrono, a quien suplican mitigar los efectos de la sequía que golpea al sector agrícola.
Generalmente en esta fecha surten efecto los rezos de las familias, aunque reconocieron que en los últimos años apenas caen unas ligeras lluvias, cuando años atrás, se registraban hasta aguaceros, lo que ellos consideraban un indicio de buenas cosechas.
En las zonas rurales claman porque en este mes se presenten las primeras precipitaciones, que marcan la mejor temporada para la siembra.
Según la historia de San Isidro, él fue un hombre piadoso que rezaba a Dios, antes de empezar sus tareas y existen diversos relatos en los que se le atribuyen diversos milagros, pero debido a su dedicación al campo, a finales del siglo XI en Madrid se le concedió ese título, que alude a la actividad agrícola.