Flor Martínez
[San Luis Hoy]
Como cada año, habitantes de la localidad Rancho Nuevo llevaron a cabo los festejos patronales en honor a la Virgen de Guadalupe, un día en el que el pueblo se viste de algarabía y mucha fe.
La festividad inicia desde las siete de la mañana con las tradicionales Mañanitas a la Morenita, en la capilla de la comunidad. Los pobladores se organizan para embellecer la iglesia con hermosas rosas en color rosa, blanco y otras variedades de flores que acompañan a la Guadalupana, colocada al centro del templo religioso.
Para el mediodía continúan con la peregrinación por las calles, con la imagen acompañada de música de banda. El recorrido se realiza por casi todas las calles del sector; en cada una de las viviendas donde se detienen, los músicos tocan una pieza musical. Así, en cada domicilio se van sumando más fieles a la peregrinación, hasta terminar el recorrido, que se estima tendrá una duración de entre cuatro y cinco horas.
Sigue la instalación de los castillos de pólvora al exterior de la iglesia, así como el acomodo del tapanco donde toca la banda, a la par que se realiza la quema de pólvora y los fuegos artificiales antes de la medianoche.
La festividad es muy concurrida durante la noche, ya que arriban personas de comunidades aledañas como Enrique Estrada, Palma de la Cruz, La Constancia, El Huizache y Potrero de Adentro, por mencionar algunas.
Los habitantes se organizan con muchos meses de anticipación para la compra de las flores, la contratación de la música de banda, la pólvora y la realización de las ceremonias eucarísticas.
En esta fecha llegan muchos paisanos para ser parte de los festejos a la Virgen del Tepeyac, a quien cada año celebran y agradecen los favores recibidos.
Son muchos los testimonios, en su mayoría atribuidos a su intercesión en momentos difíciles de salud, donde le han solicitado su ayuda a cambio de llevarle cada año flores en esta fecha, montar sus propios altares en sus domicilios o llevar a cabo alguna otra obra de caridad en beneficio de la sociedad.