
Flor Martínez
[San Luis Hoy]

Este 10 de mayo, mientras muchas madres celebran acompañadas de sus hijos, Danna Paola Martínez de 21 años, vive uno de los mayores desafíos que una madre puede enfrentar: luchar por recuperar a sus hijos de 5 y 3 años, quienes le fueron arrebatados en octubre de 2024 por su ex pareja.
Desde esa fecha no ha podido abrazarlos, hablarles, ni siquiera saber con certeza dónde están. La historia de Danna no es un caso aislado. Su experiencia pone en evidencia la falta de protección a las madres que, en ocasiones, son re victimizadas.
“Sigo siendo mamá, pero no estoy siendo mamá, y eso es muy frustrante”
La pesadilla comenzó cuando el padre de sus hijos, con quien estuvo en unión libre y del que se separó en 2022, pidió verla para convivir con ellos. No acordaron fechas ni condiciones. Días después, los niños fueron sustraídos de su hogar sin su autorización. Ella interpuso una denuncia por sustracción de menores. Los recuperó semanas después, pero solo por poco tiempo.
Ya que el 26 de octubre, a las 7 de la mañana, un grupo de personas irrumpió en su casa; la golpearon y se llevaron a sus hijos mientras dormían. Danna afirma que no fue notificada de ninguna demanda ni proceso previo que justificara esa acción.
“Me dijeron que tenían una orden de custodia, pero yo nunca fui llamada.
a ningún juicio, nunca tuve derecho a defenderme”, explica.
Desde entonces, no ha tenido contacto con sus hijos Farik Mateo y Jean Luca. A pesar de que un amparo fue resuelto a su favor el 15 de marzo, las autoridades aún no le otorgan el acompañamiento necesario para hacerlo válido.
Danna ha buscado ayuda en distintas instancias: Fiscalía Especializada, Centro de Justicia para Mujeres, Puerta Violeta, DIF y asociaciones civiles. Le han dicho que se trata de un caso de “violencia vicaria”, cuando el agresor utiliza a los hijos como medio para dañar a la madre. Sin embargo, las soluciones concretas no llegan. “He sido muy paciente, más de lo que debería”, expresó.
El dolor se suma a una historia de maternidad temprana. Dana se convirtió en madre a los 16 años, en plena pandemia. Sin el apoyo del padre de sus hijos ni ayuda económica, enfrentó sola la crianza. Hoy, con terapia y el respaldo de su familia y amistades, intenta mantener la estabilidad emocional mientras la justicia parece ignorarla.
En el marco del Día de las Madres, envió un mensaje a todas aquellas mujeres madres jóvenes como ella que están pasando por una situación similar:
“Que busquen apoyo psicológico. No solo es doloroso, es desesperante. Pero hay que mantenerse fuerte, porque nadie más lo va a hacer por una. Yo busco soluciones, no problemas.
Debido a que los menores no se encuentran en San Luis Potosí, ya que el padre se los llevó al municipio de Cerritos, señala que ha acudido en varias ocasiones a los juzgados de aquella región y ha buscado sumarse a otras mujeres que pasan por esta misma situación para convocar a marchas que puedan presionar a las autoridades y puedan agilizar sus respectivos casos.
“Desafortunadamente a veces no estas lo suficientemente informada y no actúas porque no tienes la información necesaria. Ojalá que mi caso sirva de ejemplo para muchas mamás que pasan por violencia vicaria y le tienen miedo a esa persona. Yo ahora ya no le tengo miedo”, finalizó