Se vendía alcohol y el establecimiento no contaba con los permisos municipales
La Dirección de Comercio Municipal de la capital, con el apoyo de la Policía Municipal clausuró una fiesta clandestina que se llevaba cabo en un establecimiento a inmediaciones del distribuidor Juárez, en donde se vendía alcohol sin permiso y además había muchos menores de edad.
Fue la noche del sábado, cuando se alertó sobre una fiesta clandestina con cover dentro del establecimiento “Foodys”, ubicado en la colonia Prados Glorieta, a unos metros del distribuidor.
Personal de la dependencia municipal y elementos policiales se desplazaron al sitio, un terreno cercado que se ubica en la esquina de la carretera a México y el distribuidor Juárez, en donde se procedió a realizar la inspección correspondiente.
Fue así como los inspectores constataron que el establecimiento no contaban con licencia de funcionamiento municipal y tampoco había autorización para realizar un evento público masivo.
Además, el personal se percató que había un aproximado de mil jóvenes, muchos de ellos menores de edad, que consumían bebidas alcohólicas en su interior.
Ante estas irregularidades, se procedió al desalojo de los asistentes y la clausura del establecimiento, que básicamente es un terreno bardeado que también funciona como bar.
