
Redacción
[San Luis Hoy]

MATEHUALA.- Lo que debía ser una diligencia legal terminó en un altercado con gritos, jaloneos, amenazas y hasta detención en la oficina de la Sindicatura Municipal de Matehuala.
El protagonista: el síndico Salvador Palos Bustamante, quien ordenó la intervención de policías municipales y se enfrentó físicamente al abogado penalista Javier Alejandro Cázares Gutiérrez.
Cázares acudió acompañado del actuario Julián Rincón para realizar una notificación judicial. Lo que siguió quedó captado en video: el síndico visiblemente alterado arremetió contra el abogado, lo acusó de alterar el orden y le arrebató su teléfono celular —que grababa lo ocurrido— argumentando que se trataba de un “medio de prueba”. “Yo soy el síndico”, dijo Palos para justificar sus acciones.
El abogado pedía que le devolvieran el teléfono. En respuesta, el síndico ordenó el ingreso de policías municipales, quienes lo esposaron. No hubo orden judicial ni procedimiento legal que justificara la retención.
Pese a la contundencia del video, horas después ambos ofrecieron una rueda de prensa para asegurar que todo fue un malentendido. “Fue un malentendido que se corrió en los pasillos de la presidencia”, dijo el síndico, y remató: “No hubo ningún inconveniente”.
Cázares, que al inicio denunciaba abuso de autoridad, terminó agradeciendo al agresor: “Agradezco la preocupación de la ciudadanía… nunca fui privado de la libertad como lo refiere el síndico. Tan es así que nunca he ingresado a las celdas de seguridad pública”, aunque minutos después él mismo admitió: “Sí se me pusieron las esposas… fue una cuestión arbitraria”.
Incluso cuando se le preguntó si presentaría queja ante Derechos Humanos, el abogado reconoció: “Primero, sí es una cuestión arbitraria, porque se debe tener fundada una detención. Pero al final de cuentas ya se aclaró este tema”. El síndico, por su parte, sostuvo que no habría consecuencias legales para nadie.