Estrella Govea
[San Luis Hoy]
Los alebrijes son figuras coloridas, fantásticas y elaboradas, que se han convertido en una de las expresiones más representativas del arte popular mexicano y a través del taller “Alebrijes Rodantes” las infancias aprenden a pintar sus propias criaturas, el cual es impartido por Anambre Casa Creativa los domingos de 10:00 a 17:00 horas en el Jardín del Barrio de Tequisquiapan.
El origen de estas figuras remonta a principios del siglo XX, y aunque hoy son conocidos en todo el mundo, su historia está estrechamente vinculada a la creatividad de un artista mexicano. La creación de estas piezas se atribuye a Pedro Linares, un artesano originario de la Ciudad de México, específicamente del barrio de La Merced. En la década de 1930, Linares sufrió una enfermedad que lo obligó a permanecer en cama durante varios días.
Durante este tiempo, comenzó a soñar con un paisaje extraño: un bosque lleno de árboles, piedras y animales. En su sueño, Pedro vio a varios de estos animales transformados en figuras fantásticas, como un burro con cabeza de león, un pavo con alas de serpiente y un gallito con cuernos de cabra, todos ellos gritando la palabra “¡alebrijes!”. Al despertar, decidió hacer realidad lo que había visto en sus sueños, creando estas figuras en cartón y papel maché. Así nacieron los primeros alebrijes, que fueron presentados en la ciudad como una nueva forma de arte popular.
Estas figuras irreales, son formadas por combinaciones de animales y elementos fantásticos y su aspecto caprichoso invitan a soñar y crear sus propias historias y seres imaginarios, estimulando su creatividad. Conocerlos permite a los niños y niñas descubrir una parte importante de la tradición artesanal mexicana.
Mediante este tipo de talleres que involucran la creación, las infancias pueden experimentar con técnicas de pintura, escultura y diseño, para más informes se puede contactar al teléfono 444 381 8804.