
La negligencia en la Clínica 50 IMSS permite la fuga de un paciente psiquiátrico, generando preocupación por la falta de protocolos.
Por Nallely González
[San Luis Hoy]
Un paciente de 68 años con diagnóstico de esquizofrenia y psicosis, internado en la Clínica 50 del IMSS en San Luis Potosí, abandonó el hospital este domingo vistiendo únicamente la bata hospitalaria y con un suero conectado, sin que personal médico o de seguridad pudiera detenerlo ni notificar a sus familiares.
Los hechos ocurrieron alrededor de las 10 de la mañana, cuando el familiar responsable del paciente salió a comer tras 20 horas de acompañamiento. Antes de ausentarse avisó a personal de enfermería y trabajo social que solo se retiraría por unos minutos y que el paciente permanecía dormido.
Media hora después, otro familiar llamó para avisar que el paciente había llegado a su casa, todavía en bata, envuelto en una sábana del hospital y con la intravenosa en el brazo. Al llegar, el hombre aseguraba que escuchaba voces que le ordenaban salirse del hospital; presentaba sudoración excesiva, trababa las palabras al hablar y se encontraba somnoliento, desorientado y con evidente aletargamiento, síntomas que confirmaban que no estaba en condiciones de decidir sobre su egreso.
Al regresar a la clínica para exigir una explicación, los familiares se encontraron con una cadena de deslinde de responsabilidades. Enfermería señaló que la encargada de guardia atendía simultáneamente tres habitaciones con cuatro pacientes cada una, y al ausentarse para asistir a otro enfermo no se percató de la salida del adulto mayor. La jefatura de enfermería, a su vez, aseguró no haber sido notificada y enterarse del hecho gracias al reporte de un familiar de otro paciente.
En el área de Urgencias, donde fue visto el hombre antes de salir a la calle, trabajadores declararon que “no pueden retener a ningún paciente contra su voluntad”, por lo que lo dejaron ir sin objeción. Sin embargo, ningún médico lo valoró para determinar si tenía la capacidad mental de decidir su egreso, requisito indispensable en estos casos.
El responsable de Trabajo Social, única área con salida directa al exterior en fines de semana, afirmó no haber sido informado del hecho y desconocer la existencia de un protocolo específico, adjudicando la omisión al personal de enfermería.
Normativa incumplida
De acuerdo con el procedimiento 2430-003-006 del IMSS (vigente desde febrero de 2025), se considera abandono o fuga cuando un paciente se retira sin autorización médica y sin que lo sepa la persona legalmente responsable. En estos casos, el personal debe:
Registrar el egreso como fuga en el expediente clínico.
Notificar a Trabajo Social y a la dirección de la unidad hospitalaria.
Realizar una valoración médica inmediata para determinar si el paciente tiene capacidad de decisión.
La Ley General de Salud y la NOM-004-SSA3-2012 sobre expediente clínico establecen además que un paciente solo puede firmar alta voluntaria si se encuentra en condiciones de comprender la información médica y decidir libremente. En caso contrario, el alta debe ser firmada por el familiar responsable o tutor legal.
En este hecho, el paciente salió sin alta voluntaria, sin firma de familiares, sin notificación a Trabajo Social y sin valoración médica, lo que constituye una omisión grave frente a lo estipulado por la normatividad vigente.
Falta de atención especializada
Los familiares señalaron que habían solicitado al IMSS un pase a la Clínica de Psiquiatría Everardo Neumann, sin obtener respuesta bajo el argumento de que en la Clínica 50 no hay psiquiatra disponible debido a que el especialista se encuentra de vacaciones.
Una negligencia preocupante
El caso expone la falta de protocolos aplicados para pacientes psiquiátricos, la sobrecarga del personal de enfermería los fines de semana y la ausencia de responsabilidad institucional frente a hechos de alto riesgo.
“Nos culpan a nosotros como familiares, pero fue el hospital el que permitió que un adulto mayor con esquizofrenia y medicación controlada se saliera en bata, con suero y sin avisarnos”, expresaron los denunciantes.
La fuga de este paciente no solo evidencia omisiones administrativas y médicas, sino también una preocupante falta de ética y sensibilidad hacia la atención de personas con padecimientos psiquiátricos.