
Romario Eliud Ventura Ruiz
[San Luis Hoy]
El Instituto Potosino de la Juventud, mejor conocido como CREA, fue durante años uno de los espacios más importantes para la práctica deportiva y el desarrollo de actividades juveniles en la capital potosina. Sin embargo, a más de cuatro años de la llegada de la pandemia, el complejo no ha logrado recuperar su antiguo esplendor y enfrenta un deterioro evidente en sus instalaciones, así como una preocupante falta de mantenimiento.
Antes de 2020, el CREA se distinguía por ofrecer espacios funcionales y dignos para el deporte, incluyendo una alberca al aire libre, canchas de básquetbol y una cancha de fútbol con pasto natural, además de servicios completos como baños con regaderas de agua caliente. Hoy, esa imagen contrasta con una realidad marcada por el abandono.
La cancha de fútbol, que alguna vez lució césped bien cuidado, ha perdido completamente su vegetación. En la actualidad, luce más como un terreno baldío: sin pasto, con tierra expuesta y con una pista de atletismo perimetral compuesta únicamente por grava y polvo. Las condiciones no solo dificultan la práctica deportiva, sino que implican riesgos para los usuarios.
La alberca del complejo, que en otros tiempos albergaba clases y entrenamientos, permanece vacía, sucia y visiblemente descuidada. A ello se suma el colapso de los sistemas sanitarios, con baños inservibles y regaderas sin agua desde hace años, situación que no ha sido atendida ni por las gestiones anteriores ni por la actual administración.
Uno de los casos más alarmantes se encuentra en la cancha principal de baloncesto la número uno, ubicada junto al auditorio, donde los desniveles del concreto y el desgaste de la pintura han convertido el piso en una superficie riesgosa. Algunos usuarios señalan que, al jugar cerca del tablero, “parece una pista de hielo” por los constantes resbalones, lo que aumenta el riesgo de lesiones.
A nivel administrativo, el Instituto ha atravesado también por una inestabilidad marcada. Durante 2024 se registraron varios cambios en su dirección general, destacando la polémica salida de Jacqueline Alejandra Camacho Arriaga. En noviembre del mismo año fue nombrado como nuevo titular Jesús Adolfo Rubio Velázquez, en un intento de reordenamiento institucional.
Sin embargo, más allá de los movimientos en el escritorio, los hechos hablan por sí solos. La falta de mantenimiento y la ausencia de un plan visible de rehabilitación han generado descontento entre los usuarios del CREA, quienes demandan acciones concretas para rescatar un espacio que fue, por años, emblema del desarrollo juvenil en San Luis Potosí.
El reto para la actual administración no es menor: recuperar la confianza de la ciudadanía, revertir el abandono del complejo y devolver al CREA su función original como motor deportivo y comunitario para los jóvenes.