Martín Rodríguez
[San Luis Hoy]
Un viaje de 18 horas, técnicamente cuadruplicó el tiempo de recorrido de la Central Camionera del Norte, en la Ciudad de México, hasta la ciudad de San Luis Potosí y lo padecieron los pasajeros de una línea privada.
Como ese martirio, miles de automovilistas y transportistas vivieron noches caóticas desde el lunes, porque la carretera 57 estaba colapsada.
Personal de la Terminal Terrestre Potosina confirmó que ya se va volviendo cotidiana la pérdida de horas por inoperancia de la carretera.
Las empresas de autotransporte y de pasajeros son las que más han sufrido las pérdidas económicas, de manera simultánea con los insumos o personas que movilizan.
Norberto Cueto, delegado de la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (Canacar), confirmó que hay reportes de pérdidas tanto de tiempo como de recursos no solo en el medio del transporte foráneo de pasajeros, que ha sufrido gran parte de las consecuencias por bloqueos y movilizaciones sociales, pero también del transporte de carga y también es fuerte el golpe que han sufrido las cadenas de suministros.
Dijo que a los autotransportistas les ha correspondido compartir los problemas de logística que los bloqueos generan y que, por ejemplo, han pegado en la puntualidad de la llegada de suministros a la industria, las citas y en la llegada de pasajeros a sus destinos. Precisó que las condiciones sociales que han generado los bloqueos han afectado.
