Naomi Alfaro
[San Luis Hoy]
Honoré Villanueva, un joven de 15 años que ha puesto todo su ingenio, disciplina y pasión en la robótica, espera llegar a Singapur junto a su equipo Chabots Kirby del 26 al 29 de noviembre, pero para hacerlo necesita reunir 100 mil pesos por persona y no encuentra apoyo institucional.
Por ahora, gracias al respaldo de la ciudadanía, ha logrado recaudar aproximadamente la mitad. El gobernador del estado le dio un apoyo simbólico de 10 mil pesos, y aún no reciben respuesta del alcalde de la capital potosina, aunque éste ya se tomó una foto y lo felicitó a través de las redes de Turismo Municipal.
Por lo tanto, aún falta para reunir lo necesario, no sólo para Honoré, sino para todo el equipo. Sin embargo, ante la falta de apoyos institucionales, Honoré decidió salir a las calles del Centro Histórico de San Luis Potosí para pedir ayuda.
“En la historia de México, es la primera vez que una sola institución gana tres primeros lugares nacionales, y esa es la escuela en donde estoy. Gané en Robot Mission (Misión Robótica), otros compañeros ganaron en Future Innovation (Innovación Futura) y otros en Future Engineers (Futuros Ingenieros e Ingenieras). Tristemente, unos chicos, por el recurso, no van a poder ir. Los más fuertes de México no pueden ir a representar a México”. Honoré, con tan sólo 15 años de edad, tiene una amplia trayectoria con medallas de primer lugar. Esta es su primera vez en un mundial, por lo que su preparación se intensifica con cinco horas diarias de entrenamiento. “Gana quien le dedica más tiempo”. En solo dos años pasó de programar con bloques básicos a dominar código 3D y estructuras avanzadas.
Su historia con la robótica comenzó antes incluso de aprender a andar en bicicleta, según relata. A los tres años descubrió su fascinación por construir, y más tarde, al enterarse de que esas mismas piezas podían cobrar vida con motores y sensores, encontró su vocación.
El talento de Honoré se reveló desde su primera competencia, en la que ganó el primer lugar. Poco después participó en un torneo en Europa, donde se enfrentó a competidores de todo el mundo y confirmó su amor por la ingeniería y la robótica.
A pesar de sus logros, reconoce que la robótica sigue siendo poco conocida en México. “Si le preguntas a un niño qué es la Olimpiada Mundial de Robótica, probablemente no lo sepa. No es el Mundial de futbol”. Y es por eso que no obtiene el apoyo que requiere. Sin embargo, está convencido de que la robótica es el futuro y que México tiene talento de sobra.
Honoré ve esta oportunidad para poner a la robótica mexicana en el mapa. “San Luis Potosí ya está entre los primeros lugares nacionales y, con el apoyo necesario, puede destacar a nivel mundial”, señaló.
