Martín Rodríguez
[San Luis Hoy]
Desde enero de 1986 que fue sustituida a raíz de que la original fue quemada durante los disturbios del primero de enero, las puertas del Palacio Municipal de la capital funcionaban sin contratiempos hasta esta semana, cuando la puerta del lado norte se empezó a desprender y la apuntalaron con polines para evitar que se caiga.
Las puertas anteriores del Palacio Municipal ardieron luego de que grupos de porros y agentes de la por entonces llamada Policía Judicial acudieron a disuadir la protesta de navistas e integrantes del Partido Acción Nacional, por lo que consideran un fraude electoral para imponer a Guillermo Medina de los Santos en la alcaldía, cuando según la versión de los opositores, había ganado Guillermo Pizzuto Zamarillo.
Panistas y navistas reclamaban la nulidad del proceso electoral por falta de claridad, y fue así como que iniciaron una protesta en la Plaza de Armas, mientras en ceremonia privada tomaba protesta Medina de los Santos.
Durante la movilización, llegaron grupos porriles de la época, “madrinas” y agentes de la por entonces llamada Policía Judicial en activo, quienes lanzaron gas lacrimógeno y golpearon con piedras y palos a los inconformes
Entre otros elementos se perdió en su totalidad la puerta principal.
Las propias autoridades repusieron la puerta, otra vez elaborada de maderas resistentes, pero una vez cumplidos 38 años de que fue instalada, las bisagras comenzaron a zafarse y la semana que concluyó, personal del Palacio Municipal apuntaló con polines para evitar que se caiga.
