Martín Rodríguez
[San Luis Hoy]
En el Día de Reyes, la gastronomía mexicana sigue siendo de las que mejor valor agregado aportan con la tradicional rosca, que además de las figuras simbólicas, presenta un mejor sabor que el roscón que se realiza en España, o el king cake que se elabora de manera tradicional en Nueva Orleans.
Sin embargo, las panaderías artesanales mexicanas siguen reinando en la elaboración de la rosca, incluso por encima de las harinas congeladas que ofrecen los centros comerciales, advierte el panadero chopper, Gerardo Pérez Covarrubias.
Recién llegado de un viaje largo, desde el sábado por la madrugada se dedicó a hornear con ingredientes naturales sus roscas de Reyes, y no tardaron en llegar las ventas.
Explica que los clientes distinguen con claridad qué rosca de Reyes es de mejor calidad, porque las que se producen para centros comerciales suelen ser masas previamente preparadas con químicos que posibilitan fechas de caducidad “que dan miedo” por la inmensa cantidad de ingredientes artificiales que tienen.
Explica que el king cake de Nueva Orleans sólo es tradicional para algunos, pero a fin de cuentas sigue siendo un producto de estilo estadounidense, cargado de ingredientes artificiales tales como colorantes y saborizantes, y por factores culturales, tampoco representa la misma práctica mágica de la rosca artesanal mexicana.
Para el caso del roscón español, explica que si hay algo que los panaderos artesanales mexicanos no heredaron ni de Francia ni de España, es el sazón, porque la panadería tradicional en aquellos países, suele poner menos atención en el sabor y tampoco lo hace en los detalles, como la simbología de la rosca mexicana del niño Dios, el dedal, el anillo, las jaleas naturales y los saborizantes naturales.
Advierte que un pan debe ser elaborado desde cero con harina blanca, huevo, mantequilla, azúcar, sal y todos los ingredientes que vienen de elementos naturales.
Precisa que en los centros comerciales no saben hacer la rosca de Reyes, porque ellos trabajan con mix de harinas preparadas con químicos, en las que solo usan levadura y agua, y así preparan en serie y en gran escala, pero no representan la calidad de una rosca artesanal con ingredientes originales y naturales.