Leonel Mora
[San Luis Hoy]
Luego de que la Dirección Municipal de Comercio pusiera sellos de clausura en el acceso principal del bar Beer Life, por violar el horario de operación permitido, personas no identificadas cubrieron dichos sellos con cintas negras para hacerlos menos visibles.
Esta práctica, comentó el titular de la dependencia, José Ángel de la Vega Pineda, parece ser algo usual por parte de quienes se ven afectados por sanciones y que buscan aminorar los daños a la imagen del establecimiento o incluso ocultar un posible rompimiento de dichos sellos.
Otro caso es el del negocio llamado Wings Davo’s de la avenida Topacio, en el fraccionamiento Jardines del Sur, donde se taparon los sellos de clausura con cartulinas en las que se podía leer el mensaje “Estamos mejorando. Nos vemos pronto”, como si el cierre del comercio se debiera a mejoras en los equipos, mobiliario o reestructuras de sus procesos, y no a violaciones al Reglamento de Actividades Comerciales vigente en el municipio.
De hecho, el texto de dicho documento legal ni siquiera menciona los sellos de clausura como parte de los procesos sancionatorios, mucho menos qué procede si el particular los rompe o cubre a propósito.
El titular de la dependencia dice que esta práctica se ha detectado en otros negocios, pero que en el Reglamento sólo se sanciona cuando los sellos se violan y no cuando se cubren.