
Rubén Pacheco
[San Luis Hoy]
Aunque desde septiembre de 2019, es decir, hace más de seis años, el Ayuntamiento capitalino colocó botones de pánico en las diversas zonas universitarias de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP), es fecha en que no tienen mayor utilidad y beneficio, sobre todo, porque no funcionan.
La medida emergente del gobierno capitalino surgió luego de que una alumna de la Facultad de Psicología sufrió un intento de rapto por parte de sujetos que viajaban en un vehículo, en las inmediaciones de la entidad educativa.
Los dispositivos se colocaron, entre otros puntos, en la Zona Universitaria Centro (ZUC), a un costado de la oficina recaudadora de la Secretaría de Finanzas y una más en Tomasa Estévez pasando Francisco I. Madero.
Justo de esta última solo se aprecia el poste color blanco y la base, pues el botón color rojo ya fue sustraído; la superficie es utilizada para promocionar empleos. Lo mismo sucedió con los demás puntos de auxilio: no sirven.
Si bien desde el citado intento de rapto no se ha documentado algún otro intento de agresiones contra la comunidad estudiantil, desde la UASLP o la Federación Universitaria Potosina (FUP) tampoco surgen alertas de que haya incidencia delictiva que afecte al alumnado.
El 8 de octubre de 2022, el rector Alejandro Javier Zermeño Guerra, reconoció que los dispositivos permanecen inservibles. “Lo que sucede con esos botones es que, al activarlos, generan solo un estruendo y la petición es que estén conectados a las centrales policiacas estatales
o municipales”.