Ana Paula Vázquez
[San Luis Hoy]
El asilo y comedor de pobres San Antonio, que ha servido a la sociedad potosina durante 38 años, se mantiene estable en sus operaciones y recientemente, recibieron apoyo de la Cruz Roja, que les proporcionó despensas y víveres con los fondos recaudados para ayudar a las víctimas del huracán Otis que azotó Acapulco en octubre del año pasado.
Eduardo Teissier, encargado del asilo, aseguró que las instalaciones están en buen estado y son adecuadas para las necesidades de la institución. “Actualmente nos encontramos bien, gracias a Dios no nos hace falta nada. Aunque recibimos apoyo de empresas y organizaciones, por el momento no requerimos asistencia adicional”, dijo.
El asilo ofrece cuidado y atención a sus 20 residentes, la mayoría son mujeres y según Eduardo Teissier, se debe a que los hombres suelen ser más difíciles de atender.
“Realizamos una prueba de tres días a los abuelitos para evaluar su adaptación al lugar. Si observamos comportamientos groseros, desobedientes o falta de cooperación, informamos a las familias que no podemos admitirlos, debido a que necesitan una atención más especializa-
da”, explicó.