
Redacción
[San Luis Hoy]

En mayo de 2020, el gobierno de México recibió dos mil ventiladores modelo E30 de la marca Philips para ser utilizados durante la emergencia sanitaria por Covid-19, pero una investigación posterior determinó que esos equipos podían provocar lesiones graves en los pacientes, por lo que se ordenó su retiro, reveló este martes una investigación de Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI).
En el caso de San Luis Potosí, los respiradores se distribuyeron en los Hospitales Básicos Comunitarios (HBC) de Aquismón y Ciudad del Maíz; en el Hospital General de Ciudad Valles; en el HBC de Ébano; el General de Matehuala y de Rioverde; en el HBC de Salinas; en el General de Soledad, así como en los HBC de Tamuín, Villa de Arista y Xilitla.
En su investigación, MCCI asegura que contactó, “tanto vía telefónica como por correo electrónico, a la Secretaría de Salud Federal y las Secretarías de Salud estatales de Guanajuato y de San Luis Potosí, para que informaran si los ventiladores siguen en funcionamiento en sus hospitales pero hasta el cierre de esta edición no hubo respuesta”.
La espuma de poliuretano con base de poliéster (PE-PUR) utilizada en estos dispositivos para reducir el ruido y las vibraciones puede deteriorarse. Si esto ocurre, trozos negros de espuma, o ciertos productos químicos que no son visibles, pueden ser inhalados o tragados por la persona que utiliza el dispositivo, alertó en junio de 2021 un reporte de la FDA.
Datos oficiales mencionan que cada ventilador tuvo un costo estimado de 10 mil dólares, por lo que en conjunto los dos mil equipos Philips representaron un costo de 20 millones de dólares, señala MCCI.