
Martín Rodríguez
[San Luis Hoy]

Como un encuentro de la nostalgia de los mayores con la alegría de las nuevas generaciones que permanecen unidas, pero con algunos reclamos para la administración y la alcaldía, el Mercado Hidalgo celebró su 80 aniversario.
En medio de un ambiente de fiesta y a lo largo del día pasaron de los mariachis a los grupos norteños y hasta los sonideros, hubo rifas y otra vez —como en cada una de esas ocho décadas—, la fachada del papá de los mercados, se vistió de fiesta, colorido y vida.
Los locatarios llevaron luchadores y también hubo peleas de box, eventos infantiles y algunas rifas.
Algunos comerciantes patrocinaron la alimentación gratuita para sus visitantes, por tómbola. En la calle Guajardo, “El Chino Royal”, hizo su trabajo de mezclar música, animar y publicitar al mercado.
Se sumaron a la fiesta las áreas del comercio desde artesanías hasta utensilios básicos, alimentos preparados de la fonda, mariscos, frutería, carnicerías, pescadería, dulces tradicionales y boneterías.
Por la parte exterior, los de novedades, sombreros, tenis, conjuntos deportivos, tiendas de ropa general para que presuman las jovencitas y calcetería, también festejaron. Organizaron una tómbola entre los clientes que se encontraban en la parte exterior.
y también en la interior a quienes se les ofrecían papelitos para la rifa y en caso de ganar, se llevaban un premio.
Se organizaron todos para regalar algunos de los productos que se expenden en los niveles del mercado. Los de arriba regalaron a los de abajo y los de abajo regalaron a los de arriba para que los clientes conocieran si no conocían el mercado y a su vez para que vieran todos los comercios
Los locatarios regalaron algo pequeño, por ejemplo, un agua fresca, churritos, algo de botana, dulces y tostaditas de ceviche.
La finalidad era que los comerciantes se dieran a conocer entre los clientes y visitantes.