Rubén Pacheco
[San Luis Hoy]
Desde la Arena México Rayo de Plata, ubicada en la calle Aquiles Serdán #520 casi esquina con Eje Vial Ponciano Arriaga, Juan Padrón Luna, el Rayo de Plata, advierte que, en la actualidad la lucha libre se tergiversó porque de centrarse en el llaveo y maromear, ahora busca mostrar enfrentamientos sangrientos y dolorosos.
Con un semblante renovado luego de la más reciente operación de las tres a las que se ha sometido por las secuelas de los enfrentamientos cuerpo a cuerpo, el gladiador subraya que la práctica luchística ha mutado radicalmente, porque ahora se centra en estilo aéreo y extremo.
El multicampeón en diferentes categorías lamenta que los luchadores por quedar bien con el público deciden darles gusto, mediante la utilización de objetos para causarse más daño hasta sangrar en cada contacto frente al oponente.
“La gente grita: ‘esto es lucha’, ‘esto es lucha’, esto es lucha’ y siempre es en ese tipo de luchas y eso no es lucha. Eso ya se pasa de deporte, de todo eso, de un buen espectáculo ante el público, porque hay muchos jóvenes que, porque no tienen los conocimientos se les hace más fácil agarrar una tabla, una lámpara, una mesa y órale”, defiende don Juan Padrón.
Sentado delante del cuadrilátero, relata la historia de Amnesia, gladiador potosino dedicado a la lucha extrema a lo largo de la República Mexicana, quien a sus 24 años ya cuenta con cicatrices en diferentes marcas en el cuerpo derivado de los estragos de caer sobre carros destartalados, recibir golpes con lámparas, vidrios y otros objetos.
“Sinceramente yo amo la lucha libre. Yo nací para la lucha libre, porque una cosa es vivir de la lucha libre y otra, vivir para la lucha libre. Yo me dediqué a enseñar desde un principio y con ese tema he seguido”, comenta uno de los luchadores potosinos más prolíficos.
A sus 72 años, reflexiona sobre la falta de apoyo gubernamental, factor para que este arte deportivo nacional siga presente en la ciudadanía, pero que por el momento sólo sobrevive por impulsores como él.
“La lucha libre es una cultura que no se va a olvidar. Sabemos que, en primer lugar, está el futbol como atractivo y de ahí le sigue la lucha libre, inclusive hemos ido también al estadio a presentar lucha a la hora de los partidos”, evalúa el patriarca de la dinastía centella.
EL PANCRACIO, VIGENTE
Si bien la gama de superhéroes como Capitán América, Spiderman, Linterna Verde, la Mujer Maravilla, entre otros tantos encabezan los gustos de los consumidores mexicanos, los personajes de carne y hueso como los peleadores de lucha libre siguen vigentes entre la sociedad, al menos cuando se busca mantener el recuerdo a través de un juguete.
Para Víctor Lara Gutiérrez, vendedor de figuras de superhéroes y luchadores, pese a la presencia cinematográfica de estos universos animados de origen estadounidense, el pancracio nacional sigue estando presente entre la población infantil y adulta que gusta de coleccionar personajes fantásticos.
Rodeado de decenas de luchadores de plásticos, rings de madera y máscaras emblemáticas, refiere que los históricos como Santo y Blue Demon lideran las ventas, sin embargo, también destacan las estrellas potosinas como Mil Máscaras o Rayo de Plata.
Aunque un gran porcentaje de turistas extranjeros buscan adquirir tazas, playeras, juguetes tradicionales de madera o dulces típicos de la región, muchos prefieren llevarse parte de la esencia de la cultura mexicana a través de luchador enmascarado. “Hay de todo, vienen niños y adultos. A los adultos les gustan los clásicos: Mil Máscaras, Santo, Blue Demon y a los niños los más nuevos, Pentagón y los que ven en la tele”, señala en medio de su negocio, ubicado en una entrada del lado oriente del mercado Hidalgo.
