María Elena Cruz
[San Luis Hoy]
“Esta Legislatura le quedó mucho a deber a las personas con discapacidad, es una pena que tengamos que legislar nuestros propios derechos”, reclamó Marco Antonio Vargas Solís, persona usuaria de silla de ruedas, a las y los diputados de la LXIII Legislatura en la sesión en que se aprobaron modificaciones al Plan Estatal de Desarrollo 2021-2027.
Durante su intervención en tribuna, Marco Antonio Vargas criticó que se haya invertido en cambiar la sede al Museo Laberinto de las Ciencias y las Artes, con el pretexto de la falta de accesibilidad en el edificio del Congreso en Jardín Hidalgo, pues ese dinero pudo haberse invertido en una rampa o en la adecuación de un baño en inmueble.
Recordó que la Convención de los Derechos de las Personas con Discapacidad, propuesta por el gobierno mexicano ante la ONU en agosto de 2001 y puesta en marcha en 2008, es de cumplimiento obligatorio desde hace 16 años, sin embargo, se ha hecho caso omiso.
“Más de una década y media y todavía tenemos que interponer amparos para que se dignen de voltear a mirarnos, para cumplir con lo indicado en el tratado internacional. Más de tres lustros y seguimos siendo sujetos de caridad y ustedes pensando que saben qué es lo que necesitamos y haciendo y modificando leyes sin consultarnos”, señaló.
Además, reprochó que en la LXIII Legislatura no hubo una sola consulta que fuera correctamente llevada a cabo, pues principalmente fueron simulaciones que no cambiaron el curso de las iniciativas a discusión. En su lugar, se modificaron numerosas leyes que impactan a personas con discapacidad sin consulta previa.
“Esta Legislatura echó abajo una iniciativa de ley que las personas con discapacidad producimos hace más de tres años. El argumento que utilizaron fue que ustedes saben lo que nos conviene y decidieron que la ley no requiere modificación”.