Leonel Mora
[San Luis Hoy]
Hasta ayer, el camino a la Presa de San José permanecía vedado a las y los visitantes, al igual que la zona de alimentos cercana a la cortina, a donde sus locatarios no han podido ingresar.
El pasado fin de semana, a través de un comunicado oficial, el Ayuntamiento de la capital informó que mantiene el diálogo con vendedores de las tradicionales “gorditas de la presa” a quienes se les prohibió el acceso a sus locales a partir del 4 de julio pasado, por lo que ya llevan cinco fines de semana sin ventas en ese sitio.
La razón es que, en la opinión de especialistas universitarios, en la zona de San José todavía existe el riesgo de deslaves o desprendimiento de rocas de gran tamaño de las paredes aledañas al embalse.
Esta semana, los propios comerciantes se reunirán con autoridades municipales para presentar una serie de propuestas ideadas por ellos mismos para retomar el trabajo, pero todavía no existe fecha definida para esa reunión.
Mientras tanto, personal de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) de la capital mantiene la vigilancia del camino de acceso a la presa de San José ante los intentos de particulares de ingresar, sobre todo los fines de semana.