Martín Rodríguez
[San Luis Hoy]

La pandemia cambió los juguetes por los teléfonos inteligentes, dejó atrás la convivencia y la reemplazó por las tabletas, acabó con la inocencia y la convirtió en violencia y pornografía, ya se presentan los casos de menores que convirtieron sus dispositivos móviles en una plataforma lúdica, pero también de exposición a información inadecuada para su edad, al riesgo de “phising”, retos virales, “sexting”, la extorsión y a contenidos nocivos para su salud mental.
Una especialista, un funcionario público y padres de familia advierten de los riesgos de exponer a niñas y niños a información sin control de los padres, de hacer de los aparatos móviles la plataforma de juego antes que los juguetes físicos.
Acudir a consulta con el psicólogo es una señal directa de que la vida de un niño se ha transformado, hasta dejar de ser el que tradicionalmente juega con su mente y con su cuerpo de manera que se desarrolle mental y corporalmente en forma normal.
Natsucko Vitales Torres es psicóloga clínica de muy amplia experiencia, conferencista e investigadora, ella responde la pregunta: “¿A qué juegan los niños?”
La especialista advierte que los niños han dejado de jugar a lo que tradicionalmente jugaban generaciones anteriores, lo que, indicó, tiene muchas implicaciones, sobre todo porque encontraron una forma de jugar en sitios que frecuentemente no tienen el espacio de un patio o un jardín o ya no tienen la facilidad de poder andar corriendo en la calle o de treparse en la bicicleta o volar un cometa, jugar a las escondidas y a los juegos tradicionales que a otras generaciones les tocó vivir.
Precisa que esa falta de espacios y de medios para el desarrollo del juego y la capacidad intelectual, llevan a los niños dentro de casa a buscar la tecnología en la computadora, la tableta y el smartphone, a pesar del riesgo de exponerse desde los cinco años a pornografía y material explícito que va generando una adicción al material audiovisual.
Advierte que aún si los niños no estuvieran expuestos a la pornografía, su desarrollo cognitivo se ve muy afectado.
La generación postpandemia, o también llamada de los “pandemials”, señala la especialista, perdió muchas cosas. “Los niños empiezan a desarrollar muchos más trastornos de ansiedad que a lo mejor no se presentaran antes, pero ahora se presentan con más frecuencia y hay quienes tienen un efecto, pero nunca hacen ninguna intervención o en su caso no buscan ayuda, y obviamente a quienes no buscan ayuda les va a costar más tiempo”, señaló.
LAS REDES Y LA PANDEMIA
Juan Carlos Torres Cedillo, titular de la Secretaría de Educación del Gobierno del Estado (SEGE) recordó que antes del uso de las plataformas y redes sociales, estaba prohibido que los docentes tuvieran contacto con los alumnos a través de redes de WhatsApp o en su caso de otro tipo de plataformas tales como Facebook, e incluso fue colocado en la normativa que estaba prohibido y sancionado.
Sin embargo, al llegar la pandemia, fue necesario derogar esas instrucciones normativas porque era necesario implementar planes para la educación a distancia y además en México fuimos de los países pioneros en implementar sistemas que incluyen por ejemplo el Google Classroom, y haya o no pandemia, las redes sociales dominan a las generaciones en todos los sentidos, pero más por las redes sociales que por el uso educativo de las plataformas.
Sin embargo, admitió que uno de los beneficios que dejó la pandemia fue utilizar los equipos para cuestiones educativas.