SEA uno o cien los candidatos a cargos de elección popular que piden medidas de protección, lo cierto es que la efectividad del trabajo en seguridad es discutible, si se considera que los gobiernos estatal y federal han utilizado hasta los cuerpos de seguridad para acarrear gente y dar apariencia de lugares llenos a aquellos donde se desarrollan las campañas de los partidos oficiales…
ES la primera vez que de manera abierta se le falta al respeto a los cuerpos de seguridad pública y al Ejército Mexicano, al ser utilizados para fines que nada tienen que ver con la función de resguardo de la seguridad interior…
ANTIGUAMENTE, solo eran documentados casos de colaboración de funcionarios públicos o trabajadores en las acciones de llenado de mítines y de hostigamiento para lograr los votos a favor de los partidos oficiales, a veces funcionaba la estrategia, sobre todo cuando persistía la amenaza de retirar apoyos a los sufridos electores…
AHORA la cosa es distinta, porque además del clima de inseguridad que afecta por igual a los candidatos, y de la imperiosa necesidad de que cuenten con vigilancia y protocolos de protección, lo cierto es que hay dudas de la efectividad del cuidado de la seguridad de las personas cuando es el propio estado quien vulnera algunas condiciones, por ejemplo aquellas en las que hay servidores públicos que sin citar nombres, les ha señalado como autores directos del ataque a la propaganda de los partidos opositores…
DE quedar documentados los casos con la identidad plena de los agresores de la propaganda electoral opositora, se habrá confirmado la pérdida de la autoridad moral de los gobiernos para asumir la responsabilidad de resguardar la seguridad de candidatos y sus estrategias de instalaciones de casa de campaña…
BASTA recordar que incluso hay servidores públicos que de manera abierta y a plena luz del día, han mostrado su intolerancia a la crítica y hasta han proferido comentarios intimidatorios y amenazantes, para aquellos que se atreven a dilucidar el tamaño de las actitudes negativas que rompen con la equidad de la contienda…
EN fin, es probable que los mecanismos de protección sean más efectivos si dentro del presupuesto de los partidos políticos y los candidatos hay una partida especial para contratar seguridad privada, que por lo menos no tiene compromisos con grupos criminales o con los políticos que pueden ser sus jefes.
PD. Y las cosas se enredan. En unos minutos, el abogado Juan Ramiro Robledo Ruiz terminó con el prestigio construido durante años, al plantear que vienen en camino reformas todavía más duras para restringir los derechos a los ciudadanos. Es más o menos la ruta que, como jefe de la Ciudad de México, deseaba Andrés Manuel López Obrador para pasar por encima de los dueños del predio El Encino, sin exponerse a la expulsión de su cargo en el poder. Es lo mismo que ocurre con los probables deseos de los funcionarios potosinos que decidieron pasar por encima de las determinaciones judiciales para evitar la destrucción de los adoquines en las calles que ni siquiera han arreglado de buena gana o como un gesto de buena voluntad.