ESTE sábado, las efemérides conmemoran el 31 aniversario de lo que se conoce como “el error de diciembre”, aquel terrible episodio que llevó a la bancarrota a miles de familias, la mayor parte con la ilusión de adquirir una vivienda, un vehículo, muebles o los insumos para abrir un negocio o una empresa…
ESE mentado supuesto error, mandó al país al colapso financiero como nunca había ocurrido, y tal y como podría suceder en los próximos años, si el sistema federal continúa haciendo números alegres de los graves problemas de deuda pública, del tiradero de dinero en un aeropuerto, una aerolínea, una refinería y un tren que consume dinero más rápido que un automóvil de 12 cilindros…
LUEGO de la crisis financiera vinieron otras consecuencias, como aquellas que hasta la fecha tienen a los ahora adultos mayores rentando casa, cuando al valor del dinero de 1994, prometía que esos casatenientes podrían pagar su deuda con mucha rapidez…
PARA firmar el Tratado Trilateral de Libre Comercio de América del Norte con Estados Unidos y Canadá, las reglas exigían que además de las reformas legales para dar certeza jurídica a la supervivencia en la nación, México debía emprender una profunda reforma democrática (ahora tirada aa basura por los cuatroteros -que no cuatreros- y los tucanes) y de paso, fortalecer la economía interna y emprender una reforma monetaria…
AQUELLOS años del sueño de la paridad del peso frente al dólar, también se dio un letargo en el que el país creyó que no se volvería a una crisis tan profunda como la de José López Portillo y Miguel de la Madrid, pero la pesadilla sucedió y hay quienes a 31 años todavía no se reponen…
PARA ellos y muchos más, además de jóvenes y niños de nuestra época, se cocina otra crisis que pudiera derivar en un nuevo colapso…
BASTA ir al grano…
POCO a poco, el Gobierno Federal trata de tapar los hoyos financieros a como dé lugar en ocasiones empieza por el alza de los impuestos, como ya ocurre con alimentos que con toda seguridad consumen los potosinos, pero también con la contención del gasto y no precisamente para el exceso de burocracia, sino en la compra de medicinas y de tratamientos para personas con cáncer…
CON todo ese desorden financiero y el endurecimiento de las políticas fiscales, no es de extrañar el tamaño de la sorpresa que representa la presión financiera, la misma que obliga a los fabricantes y productores a subir sus precios y comenzar la escalada para que otros encarezcan sus productos…
POR eso, los comerciantes en pequeño tienen en el radar la radiografía completa de una economía que ya no soporta que quienes producen, tengan que pagar por entregar sus impuestos a un gobierno que los tira centaveando a personas que no trabajan o no producen, pero son máquinas generadoras de votos…
POR eso, quien de manera ingenua crea que la economía se va a fortalecer, se encuentra en medio de sueños guajiros.
POSDATA: Hasta que se ponen de acuerdo. Todo parece indicar que por fin hay opiniones positivas de los industriales acerca de las políticas de seguridad pública. Y es que la vigilancia se ha deteriorado a tal grado, que por años surgían denuncias de robos a transportistas y nadie parecía interesado en resolver los problemas. A ver si con el reparto de territorio entre las policías municipal de la capital y del estado, en algo disminuya el índice de asaltos.
REMATE: A propósito de crisis y de la contención del gasto, el gobierno federal se escurrió de su responsabilidad de cumplir con el acuerdo establecido con productores y gobiernos locales para reabrir los centros de acopio de frijol de temporal, para comprarlo a precio de garantía y redistribuirlo. No le saquen. Los gobiernos de López Portillo y Miguel de la Madrid no se rajaban y compraban el producto y lo vendían en la Conasupo.
EPÍLOGO: Luego de la queja de comerciantes, la alcaldía de la capital comenzó a distribuir flyers para pedir que la clientela visite los mercados municipales Hidalgo, República, Revolución, Tangamanga o La Merced y Camilo Arriaga, esos que históricamente se quedan rezagados cuando los comerciantes de la vía pública invaden la calle. A ver si ya mínimo los vendedores son beneficiarios de la compra de algunas chacharitas antes de que celebren la Navidad.
