TAL y como se pronosticaba, la contraparte de la controversia por el contrato para la renta del terreno de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, emprendió acciones legales…
EN este caso en particular no se trata la respuesta legal propiamente enfocada en la vigencia del contrato, sino que el promotor, Fabián N., directamente se lanza contra altos funcionarios de la UASLP, pero también a dos particulares, uno de ellos periodista y conductor de noticiarios radiofónico…

EL empresario, conocido por sus cargos políticos, pero también por actividades diversas en la iniciativa privada, envió al escritorio de la titular de la Fiscalía General del Estado, Manuela García Cázares, una denuncia que deberá fundamentar en tribunales. Presume hechos de extorsión, cohecho, ejercicio abusivo de la función pública y hasta agrega la figura de asociación delictuosa y la infaltable en las mesas de Ministerio Público, “lo que resulte”…
HASTA ahora el empresario solo ha presentado un escrito con una serie de anexos, en el que cuenta una serie de historias que según su entendimiento, serían constitutivas de conductas delictivas, su promoción de denuncia es la respuesta a las determinaciones de la UASLP para rescindirle el contrato…
REFIERE a que a él se le dio un año de gracia antes de comenzar a pagar renta de los terrenos y que pagaría por adelantado cada año. En su denuncia refiere datos de infraestructura deportiva y de estacionamientos que serían entregados a la UASLP, una vez concluido el arrendamiento…
LUEGO, redirecciona su ira contra de Jesús N., a quien le atribuye el origen de la controversia periodística relacionada con el arrendamiento del predio y sus términos legales a los se vino una serie de reacciones de la institución. Asegura que él respetó en todo momento las cláusulas de confidencialidad del contrato y, sin embargo, asegura que fue contactado por el periodista para forzar una reunión con el empresario Miguel N, propietario de Antena San Luis, lo cual, Espinoza Díaz de León interpretó como un intento para forzar un contrato publicitario…
SOBRE las publicaciones periodísticas que informaban del cambio de contrato de espacio deportivo a zona comercial, acusa al empresario Miguel N. de tergiversar los datos en sus portales y asegura que todo derivó de una entrevista que sostuvo con él, tramitada por el propio Jesús N., en la que Miguel le habría dicho que es amigo de Alejandro Javier N. y que le pidió arreglar el asunto de la renta barata del predio, con un pago mayor y que apoyará al mencionado funcionario con dinero en efectivo…
EL denunciante asegura que Miguel N., incluso se ofreció a ser socio en la inversión, pero al mismo tiempo le mostró una lista de costos de la Plaza Covalia, para dar una idea de la cantidad en renta que pretendía…
ASEGURA que Urenda N. se comunicó con él para avisarle que el costo de la renta era más alto, más arriba de lo que proponía Miguel N., hecho que interpretó como constitutivo de una conducta irregular que lo motivó a involucrarla en la denuncia…
ASEGURA el quejoso, que el proceso jurídico instruido por el Consejo Directivo Universitario lleva tras de sí actos como que nunca se le citó para audiencia y que nunca se le dio oportunidad de dialogar directamente con Alejandro N. o con Urenda N. En fin, que se le negó el hacer las aclaraciones pertinentes…
FABIÁN N. pone en entredicho el papel la ecuanimidad de la UASLP con las personas que celebran contratos con ellos, asegura que tanto Alejandro N., Urenda N., Miguel N. y Jesús N. se condujeron con falta de ética e incumplieron con la verdad…
LO que sigue es un proceso judicial cuyo final es hasta ahora incierto, compromete a ambas partes al deslinde de responsabilidades, y enreda más el proceso de rescisión de contrato, pero al mismo tiempo, pone en evidencia la mala toma de decisiones.